En la
Palabra
Lectura: Jeremías 4 – 6
Jeremías anuncia el anhelo de Dios de que Judá
practicara la justicia y su arrepentimiento fuera de corazón y no solo externo.
Dios llama al pueblo a arar el campo y no plantar entre espinos (4:3). Sin
embargo, por la falta de arrepentimiento, el Señor anuncia la invasión de Judá
por el ejército babilónico. Su pueblo lo ignoró y no lo quiso conocer, no hubo
una sola persona que hiciera justicia. No le buscaron aún cuando Dios siempre
fue misericordioso y fiel con ellos dándoles la lluvia temprana. y la tardía.
Ahora el pecado estorbaba la bendición de Dios para ellos. Los profetas
profetizaron mentira y los sacerdotes se dejaban engañar por ellos (5:30). Judá
se lamentaría grandemente pero aún así Dios dice por medio de Jeremías “Corrígete,
Jerusalén, para que no se aparte mi alma de ti, para que no te convierta en
desierto, en tierra inhabitada” (6:8).
En la Práctica
¿Alguna vez has buscado en la ropa sucia algo
que ponerte? Si lo has hecho te habrás dado cuenta que al poco tiempo hueles
mal. El Señor llamó al pueblo a un verdadero arrepentimiento, pero el pueblo no
se arrepintió de corazón, querían seguir viviendo en rebeldía contra Dios y que
el Señor los bendijera. Querían usar la misma ropa sucia. Por ello Jeremías les dice: “Arad campo para vosotros,
y no sembréis entre espinos” (4:3). Para poder sembrar un campo, primero hay
que limpiarlo y hay que prepararlo arándolo, una vez limpio y preparado,
entonces se pone la semilla. Lo que el Señor está diciendo es que la persona
que se va a acercar a El, primero tiene que arrepentirse de su pecado, pedir
perdón a Dios. En términos del Nuevo Testamento, necesita nacer de nuevo
creyendo y confesando públicamente a Jesucristo como su Salvador . Una vez que
esto sucede, su corazón esta listo para la siembra, Dios dará la lluvia
temprana y la tardía para que esa persona pueda crecer y dar fruto. Recordemos
que en una temporada, no todo es perfecto, a veces hay tiempo de sequía, a
veces hay lluvia en exceso, a veces hay plagas que destruyen, pero como dice la
enseñanza del Señor Jesús en Juan 15 sobre la vid, lo que tenemos que hacer
nosotros es permanecer en la vid (Jesucristo) y el labrador de la tierra (el
Padre) tendrá cuidado de nosotros.
¿Estás arando tu campo para sembrarlo? ¿Has
preparado tu corazón para la bendición?
En Oración
Señor este día quiero preparar mi corazón,
reconozco que tengo que desechar cosas que no te agradan en mi vida. Las
entrego en el nombre de Jesús. Te agradezco por tu cuidado, así como el
labrador cuida del fruto de su viña, así se que cuidas de mi. Por Jesucristo,
amén.
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