Wednesday, August 22, 2012

El Nuevo Pacto


En la Palabra
Lectura: Jeremías 30-31

En estos dos capítulos el Señor profetiza que después del cautiverio él los regresará a su tierra y los hará servir a Dios. En ese tiempo que llama el tiempo de angustia para Jacob es cuando finalmente servirán a Jehová y a David. Las promesas de Dios para Judá son maravillosas: “yo estoy contigo para salvarte, dice Jehová, y destruiré a todas las naciones entre las cuales te esparcí pero a ti no te destruiré sino que te castigaré con justicia; de ninguna manera te dejaré sin castigo…mas yo haré venir sanidad para ti, y sanaré tus heridas” (30:11, 17). El Señor también habla de un tiempo e que reunirá todos los esparcidos de todo el pueblo incluyendo a Efraín (Israel, el reino del norte).
Finalmente el Señor hace la promesa de un nuevo pacto que no sería quebrantado porque pondría su ley en el corazón y la escribiría en la mente. ¡Que día glorioso!

En la Práctica
A veces es difícil identificar a que periodo de la historia de Israel se está refiriendo alguna profecía. Las profecías a veces tienen un cumplimiento inmediato pero también un cumplimiento a distancia. Esta profecía puede ser de cumplimiento cercano (después de los 70 años de cautiverio donde el pueblo regresó a Jerusalén y reedificaron el templo bajo el mando de Zorobabel y las murallas bajo el liderazgo de Nehemías). Sin embargo está profecía habla del tiempo de angustia de Jacob, donde todo el pueblo sería reunido para adorar a Dios y a David. Obviamente después del cautiverio en Babilonia no sirvieron a Dios y al Mesías (hijo de David), por ello fueron conquistados por los Griegos y los Romanos hasta que el pueblo de Israel rechazó al Mesías y lo crucificaron (año 33). Finalmente el Templo fue destruido (año 70), tal como lo dijo el Señor Jesús, y nunca mas ha sido reconstruido.  Jeremías habla del tiempo de angustia de Jacob, es decir, de la Gran Tribulación donde el Señor traerá a si mismo al pueblo judío para servirle a El y a David (Jesús), y aunque será librado de las naciones, será castigado por el Señor.
Una de las promesas más maravillosa que da el Señor es: a través de un Nuevo Pacto (en la sangre de Jesús), el Señor pondría sus leyes en nuestro corazón y en nuestra mente, no en tablas de piedra. Esto es lo que hace el Espíritu Santo en nuestra vida, una regeneración completa para que podamos servir, adorar y vivir para Dios. ¿Has entrado en este pacto?

En Oración
Gracias Señor por tus promesas que son fieles. Ahora puedo experimentar el Nuevo Pacto y gozar de tus promesas. Bendito seas, en el Nombre de Jesús, amén.

No comments:

Post a Comment