En la
Palabra
Lectura: Jeremías 32-34
Estando en la cárcel por orden de Sedequías
por anunciar la caída de Jerusalén, con el ejército de Babilonia sitiando la
ciudad, el primo de Jeremías, Hanameel para venderle su heredad. Dios le dijo a
Jeremías que la comprara y así lo hizo sellando un rollo (titulo de propiedad)
delante de testigos y se la dio a Baruc para que la guardara en una vasija para
que se conservara por mucho tiempo.
El anuncio una vez mas del Señor es que va a destruir la ciudad por mano
de los babilonios. Mientras Jeremías seguía en la cárcel, el Señor le dijo:
“clama a mi y yo te responderé y te enseñare cosas que tu conoces” (33:3).
Entonces el Señor le mostró que aunque la ciudad sería destruida, El volvería a
su pueblo de regreso a Jerusalén y las casas y propiedades se volverían a
comprar y vender, Dios traería sanidad y paz, además Dios limpiaría el pecado
de su pueblo y aún as naciones temblarían de ver el bien que Dios les daría a
su pueblo. El Señor profetiza que un descendiente de David vendría para hacer
juicio y justicia para salvar. A Sedequías le profetiza que no moriría en la
invasión pero que sería llevado cautivo a Babilonia y moriría en paz. El Señor
condena a los que rompieron el pacto de librar a los esclavos hebreos, ellos
serían entregados en manos de enemigo, por haber pasado por en medio de las
partes del becerro (esta era la forma de hacer pacto) y después quebrantar el
pacto.
En la
Palabra
Este pasaje contiene grandes enseñanzas
teológicas y prácticas. Me imagino que después que Jeremías compró la propiedad
de su primo en obediencia al Señor, mientras estaba en la cárcel se preguntaba
que sería de esa propiedad después de la invasión. El Señor le dice: “clama a
mi y yo te responderé…” Esta es una palabra maravillosa del Señor para
nosotros. Cuando estemos en duda de alguna situación que no entendamos, cuando
nos preguntemos acerca de circunstancias por las que estamos atravesando; el
Señor dice: “clama a mi y yo te responderé…” ¿Cómo enfrentas tus problemas; en
base a tu sabiduría o clamando al Señor para que el te responda y te muestre su
voluntad? Dios le reveló a Jeremías que las casas y propiedades se volverían a
vender, que habría un tiempo de paz verdadera. ¿Estas atravesando por
circunstancias difíciles? Clama a Dios, el te dará fortaleza y esperanza
mostrándote aquello que tu no conoces.
Otra enseñanza teológica que aprendemos en
este pasaje es la forma de hacer los pactos. En Gen.15 Dios hace un pacto con
Abraham y le hace partir animales por la mitad y poner cada mitad frente a la
otra; luego una antorcha humeando pasó entre las partes; este era Dios haciendo
un pacto con Abraham. Los hombres que habla el capítulo 34 hicieron un pacto
pasando entre las partes del becerro. Se dice que mientras hacían el pacto iban
diciendo “que Dios me haga lo mismo que a estos animales si no cumplo mi parte
del pacto.” Cuando murió Jesucristo, el velo del Templo se rasgo en dos de
arriba abajo, el libro de Hebreos dice que el Señor abrió un camino nuevo y
vivo a su presencia. Si has entrado en el Nuevo Pacto por la Sangre de
Jesucristo, has pasado por entre las partes del sacrificio de Jesucristo,
representando por las dos partes del velo del Templo. Es un pacto serio que
debemos cumplir. No es que debemos cumplir para salvarnos, somos salvos únicamente
por gracia, pero porque somos hechura suya y nos salvó para buenas obras.
En Oración
Gracias Señor por lo que has hecho para
salvarme y porque he entrado en un Pacto contigo. Ayúdame a ser sabio para
andar en tus caminos cumpliendo tu voluntad. Por Jesucristo, amén.
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