Tuesday, August 21, 2012

Porque me Buscarán de Corazón


En la Palabra
Lectura Jeremías 26-29

Jeremías habla la Palabra que Dios le da acerca de la destrucción de Jerusalén y el pueblo junto con todos los profetas y los sacerdotes se enojaron con el y lo quisieron matar; solo algunos de los ancianos intercedieron por el poniendo como ejemplo a Miqueas quien profetizó en tiempo de Ezequías sino que se arrepintieron.
Con la señal de un yugo que  el Señor mandó poner en su cuello a Jeremías, Dios les mostró que iba a poner al pueblo y a todas las naciones bajo el yugo de Babilonia y aquellas naciones que no se sometieran, sufrirían de muerte, hambre y pestilencia. Jeremías les dice que no vayan a escuchar a los profetas mentirosos que les dirían que no sufrirían servidumbre. El profeta mentiroso Hananías dijo que Dios traería de regreso de Babilonia los utensilios de la casa de Jehová en dos años y rompió el yugo del cuello de Jeremías y dijo que así rompería Jehová el yugo de Nabucodonosor en dos años. Dios le mandó a Jeremías que hiciera un yugo de hierro porque no se rompería el yugo de Nabucodonosor y le anunció a Hananías que moriría ese mismo año. A los que fueron deportados Jeremías les anunció que debían construir casas en Babilonia y engendrar hijos porque estarían ahí por 70 años, después el Señor los visitaría y despertaría en ellos buena Palabra para hacerlos volver. “Porque yo se los pensamientos que tengo sobre vosotros pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis” (29:11). Finalmente el pueblo buscaría a Jehová de corazón. Jeremías además denuncia por nombre a los falsos profetas, Acab hijo de Colaías y Sedequías hijo de Maasías a quienes el Señor dicta sentencia contra ellos.

En la Práctica
¡Que difícil es escuchar una Palabra de Dios que está en contra de nuestros anhelos y deseos del corazón! Porque Jeremías hablaba la Palabra de Dios y esta no era de prosperidad sino de reprensión, el pueblo, los sacerdotes y los profetas se molestaban. En los tiempos de Jesús, el Señor anunció el reino de los cielos y reprendió la hipocresía y falsedad de los religiosos y estos se molestaron. En nuestros días la gente se amontona a escuchar profetas que hablan prosperidad pero no denuncian el pecado y no llaman a arrepentimiento. El apóstol Pablo dice que en los últimos tiempos la gene se amontonará a escuchar lo que les hacer cosquilla en los oídos, pero no necesariamente la Palabra de Dios. ¿Por qué el Señor los llevó a Babilonia? ¿Por qué Dios permitió que Jerusalén fuera destruida? Creo que porque el pueblo, los sacerdotes y profetas confiaban mas en el lugar, (Jerusalén y su Templo) que en el Señor. Ellos pensaban que podían vivir idolatrando, buscando riquezas, aprovechándose de la gente, viviendo en adulterios pero que con ir al templo y presentar sus ofrendas todo estaba bien. La cautividad sirvió para purificar al pueblo de Israel, después de Babilonia nunca más volvieron a esculpir ídolos y hacerles altares. ¿Tienes algún ídolo en tu corazón? Tal vez el Señor necesita purificar tu vida, lo mejor es humillarse ante el Señor y buscarle de corazón. No te dejes engañar por los falsos profetas que hablan mentira los deseos de su corazón y no la Palabra de Dios. ¿Cómo puedes saber si están hablando la Palabra? Cuando los escuches, pregúntate, están explicando lo que la Biblia dice o están hablando imaginaciones de su corazón. No es que lean un pasaje y hablen de cualquier otra cosa, es que expliquen lo que ese pasaje quiere decir en su contexto y cómo se aplica a nuestra vida. ¡Que el Señor nos de discernimiento y obediencia! Porque sus planes son de paz y no de mal para nosotros, pero debemos buscarlo de corazón.

En Oración
Gracias por tu Palabra que es verdad. Enséñame y guíame con tu Espíritu Santo y dame discernimiento para no creer la mentira sino buscarte de todo mi corazón, en el nombre de Jesús, amén.

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