Friday, August 10, 2012

El Pecado y la Confesión


En la Palabra
Lectura: Isaías 59 - 63

Dios pronuncia las acusaciones contra el pueblo de Israel y declara que no es que su brazo no pueda alcanzarlos para salvarlos sino que es el pecado que ha hecho una división del entre el ser humano y Dios. Isaías confiesa el pecado y reconoce que el pueblo anduvo como ciego y la rebelión se multiplicó; aún así, la misericordia de Dios promete al que se arrepienta que la presencia de Dios, su Espíritu, su Palabra no faltara en él o ella ni en su descendencia. 
La gloria del reinado de Jesucristo será maravillosa e invita a su pueblo a levantarse y resplandecer como la luz que es. En ese entonces ya no se necesitara el sol ni la luna porque Jehová será la luz perpetua.
En el capitulo 61 Isaías profetiza el ministerio de Jesucristo quien predicaría las buenas noticias a los abatidos y sanar a los quebrantados, a dar libertad a los cautivos y vista a los ciegos; a proclamar la buena voluntad de Jehová. Aquel que es vestido con vestiduras de salvación se gozará en el Señor. El capítulo 63 profetiza el día de la justicia de Jehová, donde hará juicio que será aterrador; con su ira, pisoteará a los pueblos rebeldes, sin embargo Isaías contrasta la ira y la misericordia de Jehová diciendo: “de las misericordias de Jehová haré memoria…y de la grandeza de sus beneficios hacia la cas de Israel que ha hecho según sus misericordias, y según las multitud de sus piedades.” (63:1)

En la Práctica
Este pasaje hace una fuerte reprensión contra el pecado y nos deja ver lo  serio que es delante de Dios. El pecado causa una división entre Dios y el hombre. Aunque Dios quiera alcanzarnos con su misericordia, mientras una persona decida continuar con su pecado y no arrepentirse, el brazo de Jehová no lo alcanzará. Seguramente ha habido momentos en tu vida que te has preguntado si Dios está cerca. A veces puede ser una prueba del Señor para que aprendamos a caminar por fe y no por vista. Sentir a Dios no es algo en lo que podamos depender, saber que Dios está con nosotros por fe es algo que podemos depender y esto lo declara su Palabra. Pero cuando hay pecado en nuestra vida, cuando el Espíritu de Dios ha manifestado el pecado pero la decisión personal es permanecer en el, Dios respeta nuestra decisión, pero las consecuencias del pecado nos alcanzarán. Muchas veces no es sino hasta tocar fondo que clamamos a Dios. No toques fondo; si no estas experimentado la cercanía de la presencia de Dios, examina si hay algún pecado inconfeso y arrepiéntete. Recuerda lo que dice Proverbios 28:13 “El que encubre su pecado, no prosperará, el que lo confiesa y se aparta, alcanzará misericordia” o el Salmo 32:5 “Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; y tú perdonaste la maldad de mi pecado.”

En Oración
Examíname Señor y muéstrame el pecado en mi vida, en el nombre de Jesús, así sea.
Señor, gracias por el reto que me haces de buscarte intensamente, de que mi alma y mi corazón te anhelen. El propósito de la oración es que te conozca más. Gracias te doy, en el nombre de Jesucristo, amén.

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