En la
Palabra
Lectura: Isaías 59 - 63
Dios pronuncia las acusaciones contra el
pueblo de Israel y declara que no es que su brazo no pueda alcanzarlos para
salvarlos sino que es el pecado que ha hecho una división del entre el ser
humano y Dios. Isaías confiesa el pecado y reconoce que el pueblo anduvo como
ciego y la rebelión se multiplicó; aún así, la misericordia de Dios promete al
que se arrepienta que la presencia de Dios, su Espíritu, su Palabra no faltara
en él o ella ni en su descendencia.
La gloria del reinado de Jesucristo será
maravillosa e invita a su pueblo a levantarse y resplandecer como la luz que
es. En ese entonces ya no se necesitara el sol ni la luna porque Jehová será la
luz perpetua.
En el capitulo 61 Isaías profetiza el
ministerio de Jesucristo quien predicaría las buenas noticias a los abatidos y
sanar a los quebrantados, a dar libertad a los cautivos y vista a los ciegos; a
proclamar la buena voluntad de Jehová. Aquel que es vestido con vestiduras de
salvación se gozará en el Señor. El capítulo 63 profetiza el día de la justicia
de Jehová, donde hará juicio que será aterrador; con su ira, pisoteará a los
pueblos rebeldes, sin embargo Isaías contrasta la ira y la misericordia de
Jehová diciendo: “de las misericordias de Jehová haré memoria…y de la grandeza
de sus beneficios hacia la cas de Israel que ha hecho según sus misericordias,
y según las multitud de sus piedades.” (63:1)
En la
Práctica
Este pasaje hace una fuerte reprensión contra
el pecado y nos deja ver lo serio
que es delante de Dios. El pecado causa una división entre Dios y el hombre.
Aunque Dios quiera alcanzarnos con su misericordia, mientras una persona decida
continuar con su pecado y no arrepentirse, el brazo de Jehová no lo alcanzará.
Seguramente ha habido momentos en tu vida que te has preguntado si Dios está
cerca. A veces puede ser una prueba del Señor para que aprendamos a caminar por
fe y no por vista. Sentir a Dios no es algo en lo que podamos depender, saber
que Dios está con nosotros por fe es algo que podemos depender y esto lo
declara su Palabra. Pero cuando hay pecado en nuestra vida, cuando el Espíritu
de Dios ha manifestado el pecado pero la decisión personal es permanecer en el,
Dios respeta nuestra decisión, pero las consecuencias del pecado nos alcanzarán.
Muchas veces no es sino hasta tocar fondo que clamamos a Dios. No toques fondo;
si no estas experimentado la cercanía de la presencia de Dios, examina si hay algún
pecado inconfeso y arrepiéntete. Recuerda lo que dice Proverbios 28:13 “El que
encubre su pecado, no prosperará, el que lo confiesa y se aparta, alcanzará misericordia”
o el Salmo 32:5 “Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije:
Confesaré mis transgresiones a Jehová; y tú perdonaste la maldad de mi pecado.”
En Oración
Examíname Señor y muéstrame el pecado en mi
vida, en el nombre de Jesús, así sea.
Señor, gracias por el reto que me haces de
buscarte intensamente, de que mi alma y mi corazón te anhelen. El propósito de
la oración es que te conozca más. Gracias te doy, en el nombre de Jesucristo,
amén.
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