Triunfando sobre Carros Herrados

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En la Palabra

Lectura: Josué 16-18

La siguiente tribu en recibir herencia fueron los hijos de José, Efraín y Manasés, aunque media tribu de Manasés recibió herencia del otro lado del Jordán junto con Rubén y Gad. Sin embargo no arrojaron a los cananeos y solo les hicieron pagar tributo.

Entre los hijos de Manasés se encontraba Zelofehad quien solo tuvo hijas. Desde los tiempos de Moisés se había designado que ellas podrían recibir heredad.

Los hijos de José fueron con Josué para pedir mas tierra en herencia porque su tribu era muy numerosa, sin embargo Josué les dijo que debían ir a los bosques y desmontarlos para habitarlos, la cual era tierra de ferezeos y refrítas. Los hijos de José pusieron de pretexto que los cananeos tenían carros herrados. Josué los animó diciendo que ellos eran un pueblo grande y que tomarían aquella tierra: “tú arrojarás al cananeo, aunque tenga carros herrados, y aunque sea fuerte” (17:18).

A las siete tribus restantes Josué exhortó diciéndoles que no fueran negligentes sino que fueran a recorrer la tierra, la delinearan para dividirla en siete partes. Así lo hicieron y Josué repartió la tierra por suertes. Benjamín fue la primera en recibir tierra, entre las ciudades que le fue designada fue Jebús que es Jerusalén.

En la Práctica

Para conquistar la tierra prometida, Josué debía esforzarse y ser muy valiente; debía meditar día y de noche en el libro de la ley para obedecerlo. Pero no solo Josué debía esforzarse y ser valiente; sino cada persona del pueblo. Josué ánima a los hijos de José, Efraín y Manasés, a esforzarse y a tener fe. Dios es quien les entrega la tierra, pero ellos son los que debían luchar por ella. Aunque los cananeos tuvieran carros herrados, Dios les daría la victoria. ¿Tu que harías? ¿Confiarías en la Palabra del Señor o te dejarías intimidar por los carros de hierro? Lee Hebreos 11:6 y contesta la siguiente pregunta: ¿Cuál es el secreto para obtener las recompensas de Dios? Cuando ponemos nuestros ojos en Jesús, no importa que se presente en el camino porque podemos vencer; pero cuando dejas de ver a Jesús para enfocarte en las circunstancias, nos hundiremos como se hundió el apóstol Pedro cuando caminó en el agua por mandato del Señor (Mat. 14:22-34). ¿Estas listo para arrojar a tus cananeos con sus carros de hierro?

En Oración

Gracias Señor por confortarme, alentarme y fortalecerme con tu Palabra. Cada día encuentro retos en mi vida, algunos parecen carros herrados, pero tu has prometido que en tu Nombre puedo vencer. Tomo este día tu victoria para mi, en Jesucristo, amén.