El Pacto yla Bendición de Dios

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En la Palabra

Lectura: Deuteronomio 28-29

En la lectura de este día, Moisés relata las bendiciones que Dios desea dar al pueblo de Israel en respuesta a la obediencia a la Palabra de Dios; pero al mismo tiempo las maldiciones terribles que resultarían por no obedecer.

Las bendiciones de Dios abarcan todas las áreas de la vida, la familia, la salud, el trabajo, las finanzas, las relaciones con otros, las posesiones, etc. Pero igualmente la maldición abarca todas las áreas de la vida.

Moisés reitera el pacto que la generación previa hizo con Jehová para que esta nueva generación que entraría a poseer la tierra prometida guardara la palabra de Dios. Moisés pone a los jefes de las tribus, los ancianos, los oficiales, los varones, niños, mujeres y todos los extranjeros y les dijo:

…para que entres en el pacto de Jehová tu Dios, y en su juramento, que Jehová tu Dios concierta hoy contigo, para confirmarte hoy como su pueblo, y para que él te sea a ti por Dios, de la manera que él te ha dicho, y como lo juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob. Y no solamente con vosotros hago yo este pacto y este juramento, sino con los que están aquí presentes hoy con nosotros delante de Jehová nuestro Dios, y con los que no están aquí hoy con nosotros (29:11-15).

En la Práctica

¿Te has preguntado por qué Dios manda a Moisés celebrar el pacto además del que había hecho con ellos en Horeb (29:1)? Me parece interesante que esta nueva generación hiciera el pacto con Dios antes de entrar a la tierra prometida. Alguna vez mi esposa me hizo la observación de que Dios es un Dios personal, que nuestros hijos debían determinar por ellos mismos hacer un “pacto” con Dios para que fuera el Dios de ellos y no el Dios de sus padres. Si has nacido en un hogar donde te han enseñado la Palabra de Dios desde pequeño, asegúrate que ya has hecho un pacto personal con Dios. Si eres creyente y tienes hijos, asegúrate de enseñarles la Palabra de Dios para que ellos hagan un pacto personal con Dios. La Biblia nos deja claro que la intención de Dios es que le conozcamos, le obedezcamos y glorifiquemos su nombre. El resultado de vivir honrando a Dios son las grandes bendiciones que el promete. Sin embargo, también advierte sobre las maldiciones de ignorar su Palabra.

Además de la gracia del amor de Dios al adoptarnos hijos suyos (Efesios 1:4-5), tenemos las promesas de bendición abundante para nosotros. ¿No sería insensato ignorar la gracia y la bendición de Dios por seguir tu propio camino que te llevará a la destrucción?

En Oración

Gracias Señor por tus promesas de bendición. Mi deseo es honrar tu nombre no solo por las bendiciones que prometes, sino en profunda gratitud al perdón que me has dado. Por Jesucristo, amén.