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En la Palabra
Lectura: Josué 19-21
Josué y Eleazar terminaron de repartir la tierra a las tribus restantes conforma a la Palabra del Señor. Jehová habló a Josué para que designara además las ciudades de Refugio que había dicho a Moisés para proteger a cualquiera que sin intención hubiere matado a su prójimo. Designaron tres ciudades de cada lado del Jordán: Cedes, Siquem Quirat-arba (Hebrón), Beser, Ramot y Golán.
A los levitas igualmente les repartieron ciudades dentro de los territorios de las tribus. A los coatitas y a los hijos de Aarón se les asignó trece ciudades en la región de la tribu de Judá, Simeón y Benjamín; además de 10 ciudades en las tierras de Efraín, Dan y Media tribu de Manasés. Los personitas tuvieron trece ciudades de las tribus de Isacar, Aser, Neftalí y media tribu de Manasés. Los meraditas recibieron doce ciudades de las tierras de Rubén, Gad y Zabulón.
El relato de Josué 21 termina diciendo:
43 De esta manera dio Jehová a Israel toda la tierra que había jurado dar a sus padres, y la poseyeron y habitaron en ella. 44 Y Jehová les dio reposo alrededor, conforme a todo lo que había jurado a sus padres; y ninguno de todos sus enemigos pudo hacerles frente, porque Jehová entregó en sus manos a todos sus enemigos. 45 No faltó palabra de todas las buenas promesas que Jehová había hecho a la casa de Israel; todo se cumplió.
En la Práctica
Entre tanta repartición de tierra y nombres de ciudades, muchas veces impronunciables, uno puede perder el interés en la lectura; sin embargo, cada detalle es importante. Por ejemplo, entre las ciudades que se le entregaron a los Levitas se encontraban las ciudades de refugio. Esto quiere decir que las ciudades de refugio eran habitadas y gobernadas por levitas, es decir, sacerdotes y servidores del templo. Cuando alguien huía a alguna de estas ciudades, los servidores de Dios y los sacerdotes debían juzgar y de acuerdo al juicio, entregar o proteger a quien buscaba refugio.
La lectura termina con estas maravillosas palabras que hablan del cumplimiento de la promesa de Dios a Abraham. “A tu descendencia daré esta tierra…” Dios les entregó toda la tierra que juró darles, la poseyeron y habitaron en ella. Ninguno de sus enemigos pudo hacerles frente porque Dios los entregaba en su mano y no faltó palabra de las buenas promesas de Dios que no se cumpliera.
¿Puedes apropiarte de las promesas de Dios para ti? Hay quien dice que hay mas de cuatro mil promesas de Dios en la Biblia. ¿Cuántas veces te has sentido desanimado pensando que no puedes mas? Recuerda lo que Jehová dijo a Josué, “esfuérzate y se valiente…” Para obtener las promesas de Dios tenemos que esforzarnos y ser valientes. La victoria ya está ganada pero tienes que tomar posesión de esa victoria.
En Oración
Gracias por tus promesas, y por la victoria que tengo en ti. No voy a permitir el desanimo o la incredulidad en mi vida. Quiero fortalecerme en ti Señor Jesús y en el poder de tu fuerza, vestirme con la armadura de Dios y estar preparado par la batalla. En Jesucristo lo pido, así sea.
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