Monday, November 5, 2012

Siervo Fiel


En la Palabra
Lectura: Lucas 19

Zaqueo, que ere un cobrador de impuestos en la ciudad de Jericó busca ver a Jesús. Al conocer el Señor el deseo de este hombre por conocerle, le dice a Zaqueo que quiere ir a su casa en donde Zaqueo experimenta un cambio milagroso de corazón que lo expresa regalando la mitad de sus riquezas a los pobres y a los que había defraudado, les regresó cuatro veces mas. Jesús dijo: “hoy a venido la salvación a esta casa…Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y salvar lo que se había perdido.” La gente pensaba que como Jerusalén estaba cerca, Jesús iría allá para gobernar, sin embargo les contó la parábola de las diez minas, donde el un hombre noble se fue a recibir un reino y se alejó para después volver.  Llamó a diez siervos y les dio una mina (una cantidad considerable de dinero) a cada uno pidiéndoles que negociaran con el hasta que llegara. Hubo algunos que no querían que el gobernara sobre de ellos. Al regresar pidió cuentas, uno le regresó diez minas, al cual felicitó y le dijo que como había sido fiel, se le daría mucho mas. Otro le regresó cinco minas e igualmente fue felicitado y reconocido como siervo fiel. Otro le regresó la mina que le dio, este fue reprendido y se le quitó lo que tenía y se le dio al que tenía diez minas.” A los demás los mandó traer para condenarlos a muerte, por hacerse enemigos del rey. Cuando llegó a Jerusalén la gente sale a recibirle como rey. Los religiosos se molestaron y querían callar a la gente, pero Jesús les dijo: “si estos callaran, las piedras clamarían.”

En la Práctica
La parábola de las minas tiene una gran enseñanza y un gran reto para nosotros. El Señor nos ha dado a cada uno talentos y dones. El propósito de ellos es que los invirtamos poniéndolos en práctica. Jesús ha prometido regresar y cada uno de los cristianos (nacidos de nuevo) tenderemos que pasar por el Tribunal de Cristo (2 Corintos 5:10) ahí serán probadas nuestras obras en Cristo. Este Tribunal no es para salvación, sino para ser recompensados por el Señor. ¿Cuántas y qué tipo de coronas vas a recibir por tu trabajo fiel al Señor? Cuando el Señor Jesús regrese, y sea su desfile triunfal, cada uno de nosotros podremos arrojar nuestras coronas delante de él y darle alabanza. Esta parábola de las minas nos reta a considerar dónde estamos invirtiendo los talentos y dones que Dios nos ha dado. ¿Estamos siendo siervos buenos y fieles? Finalmente el que no produjo sino guardo la mina, se le quitó la mina y se le dio al que había producido 10. Aunque algunos pensaron que era injusto, el Señor contestó, que al que produce se le dará más, y al que no produce se le quitará lo que tiene y se le dará al que produce. Esto no es injusto porque la instrucción del hombre noble fue clara, les pidió que pusieran esos talentos a producir mientras regresaba. ¿A quien le confiarías tus riquezas, aun buen administrador o a un administrador negligente que no va ha hacer nada con lo que le diste?

En Oración
Señor gracias por los talentos y dones que has dado. Te pido me des sabiduría para invertirlos y finalmente llevar gloria a tu Nombre, por Jesucristo, amén.

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