En la
Palabra
Lectura: Mateo 19 – Marcos 10
El Señor Jesús enseña acerca del divorcio y
dice que Dios creó al hombre, varón y mujer y dijo” “por esto dejará el hombre
dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, los dos serán una sola carne…así
que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo
separe el hombre” (Mat. 19:5-6). El divorció lo permitió Moisés por la dureza
del corazón del hombre, pero no es la voluntad de Dios. La causa que
aparentemente da el Señor para el divorcio es la inmoralidad sexual
(adulterio), aunque el que se divorcia y se casa comete adulterio también.
Marcos, que trata el mismo teme, no da ninguna excepción para el divorcio. Como
en Lucas, Mateo relata la historia del joven rico que dijo cumplir los mandamientos
pero no pudo vender sus bienes para darlo a los pobres. Un detalle muy
significativo es la bendición del Señor Jesús sobre los niños; “…de los tales
es el reino de los cielos.”
Juan y Santiago se acercaron a Jesús para
pedir sentarse a la derecha y a la izquierda en su reino. El Señor les dio una
lección de servicio. La grandeza se encuentra en aquel que sirve.
En la
Práctica
En un blog anterior hablé acerca del
divorcio. El tema de este día que llama la atención es el tema de la riqueza.
Dios no está peleado con la riqueza, pero desgraciadamente la riqueza se ha
convertido en un Dios. De acuerdo a lo que dijo el joven rico es que el había
cumplido con los mandamientos. El Señor resumió toda la ley en el gran
mandamiento: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma,
y con toda tu mente, y con todas tus fuerzas. El segundo es semejante, amarás a
tu prójimo como a ti mismo.” El joven rico en una sola petición del Señor, que
demostraba su amor a Dios y su amor al prójimo, no pudo hacerlo. Esto le indicó
claramente que no amaba a Dios con todo su corazón, amaba más la riqueza, la
riqueza era su dios. Tampoco amaba a su prójimo porque no fue capaz de ayudar a
los pobres. Que contraste con Zaqueo, el sabía que no había guardado los mandamientos,
el sabia que había defraudado a muchos pero cuando tuvo su encuentro con Jesús,
inmediatamente dio la mitad de su riqueza a los pobres y le devolvió a los que
había defraudado. ¿Eres un buen administrador de los bienes que el Señor te ha
dado?
En Oración
Padre celestial, gracias por tu provisión. Te
pido sabiduría para ser un buen administrador de los bienes que me confías. Por
Jesucristo, amén.
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