Saturday, November 10, 2012

Desarrollando el Hábito de la Oración


En la Palabra
Lectura: Mateo 26 – Marcos 13

Faltaban solo dos días para la Pascua y Jesús les anuncia a sus discípulos que iba a ser crucificado. Los ancianos y los sacerdotes hacían ya planes para matarlo, pero no lo querían hacer durante la fiesta de la pascua. Judas acordó entregarlo por 30 piezas de plata. Una mujer derramó un frasco de perfume que Jesús dijo que era para su sepultura. Durante la celebración de la pascua, el Señor instituye la Cena del Señor al tomar el pan, bendiciéndolo y diciendo: “Tomen, coman; esto es mi cuerpo.” También tomó la copa y dijo: “beban de ella todos; porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados.” Aun en la mesa, Jesús anuncia que Judas es el traidor, pero también anuncia la negación de Pedro quien insiste que aunque tuviera que morir con Jesús, él nunca se escandalizaría. Los demás discípulos dijeron lo mismo.  Cuando fueron al huerto de Getsemaní, el Señor se puso a orar y les pidió a Pedro, Juan y Jacobo que velaran con él, sin embargo estos se durmieron. Jesús les recriminó diciendo: “ ¿así es que no han podido velar conmigo una hora? Velen y oren para que no entren en tentación; el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil.” Cuando Jesús es arrestado, todos sus discípulos lo abandonan. Pedro lo seguía de lejos y al ser acusado de que el era de los de Jesús, Pedro lo negó tres veces, y el gallo cantó, tal como Jesús se lo había dicho. Pedro lloró amargamente. 

En la Práctica
Esta lectura tiene grandes aplicaciones para nuestra vida. Me voy a enfocar en la historia de Pedro. Este hombre tenía un carácter impulsivo que lo hacía un líder natural. Pedro escuchó muchas veces decir a Jesús que iba a ir a Jerusalén e iba a sufrir y finalmente lo matarían. Cuando el Señor anuncia que esa noche lo abandonarían, Pedro le asegura que el estaba dispuesto a dar la vida por Jesús. El Señor le dice que lo negaría tres veces. En el huerto de Getsemaní, el Señor le pide a Pedro, Juan y Jacobo que oren con él, pero ellos se duermen. ¿Por qué Pedro abandonó al Señor? ¿Por qué Pedro negó a Jesús? Creo que la respuesta está en el hecho de que Jesús claramente le dijo que estuviera alerta (velar) y orara para que no entrara en tentación, sin embargo Pedro se durmió. El carácter de Pedro le hacía decir que el iría con Jesús hasta la muerte, ese era el espíritu de Pedro, dispuesto, pero la realidad es que la carne es débil. ¿Cuántas veces somos como Pedro? Estamos dispuestos a muchas cosas, pero todo comienza con la oración. Pero para este ejercicio espiritual se necesita disciplina, poder someter a la carne y sus deseos de dormir un poco más, de descansar, de comer y de tantas otras cosas más que le damos prioridad en lugar de disciplina y nutrir el espíritu. No es fácil someter la carne. No es fácil hacer una disciplina de la oración, pero es lo que Jesucristo sabe que necesitamos. Jesucristo dio su vida para salvarnos y darnos el poder para vencer el pecado en nuestra vida. ¿Estas dispuesto a vencer y disciplinar tu vida para desarrollar el hábito de la oración?

En Oración
Señor gracias por la victoria que me das en Jesucristo. Te pido me ayudes en mi debilidad; que pueda desarrollar una vida de disciplina y oración; porque el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil. Por Jesucristo, amén.

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