En la
Palabra
Lectura: Mateo 20 - 21
A través de la parábola de los obreros de la
viña, el Señor enseña cómo es el reino de los cielos. El Señor es el que llama
a los trabajadores y el pago está acordado para los que llamó en la mañana, a
los que llamó después igualmente les dio el mismo pago. Los que llegaron en la
mañana pensaron que recibirían más que los que llegaron después sin embargo no
recibieron lo acordado, aunque se molestaron. Como ya habíamos leído en los
otros evangelios, el Señor en varias ocasiones anuncia su ida a Jerusalén donde
va sufrir a morir. Juan y Santiago piden sentarse a su lado y el Señor les da
una lección de lo que es el servicio en el reino de los cielos; el mayor es el
que sirve, pues ni aún Jesús vino a ser servido sino a servir y para dar su
vida en rescate por muchos. El Señor sanó a dos ciegos al salir de Jericó. Al
llegar a Jerusalén pide le traigan un pollino, es decir, una cría de asno la
cual no había sido antes montado. El Señor sube en el pollino y la gente
comienza a gritar Hosanna, bendito el que viene en el nombre del Señor.” Jesús
fue recibido como el Rey profetizado en el libro de Zacarías. En Jerusalén, el
Señor saca a los comerciantes que estaban en el templo y convirtieron en un
mercó la casa de oración de Dios. También debatió con los maestros de la ley
quienes no fueron honestos en sus argumentos y terminó con la parábola de los
labradores malvados.
En la
Práctica
A través de la parábola de los obreros de la
viña aprendemos una lección acerca de la soberanía de Dios. Esta parábola está
dirigida al pueblo de Israel, quienes fueron los que recibieron la promesa de
bendición en Abraham, pero claramente el Señor le dijo a Abraham que en su
simiente serían benditas todas las naciones de la tierra. Los primeros trabajadores que contrató
se enojaron de que los que llegaron después recibieron lo mismo que ellos. Así
sucedió con Israel, cuando la salvación se extendió a los Gentiles. La
naturaleza humana tiene la tendencia a demandar de acuerdo a el trabajo, pero
la promesa de Dios no funciona de esa manera, esto se llama soberanía de Dios.
A mucha gente no le gusta este término porque piensan que entonces Dios hace lo
que quiere indiscriminadamente, y no es así, El hace lo que su voluntad ha
determinado pero todo lo que hace es justo. Dios había anunciado que el Rey vendría
montado en un pollino y Jesús lo cumplió. Dios anunció que el Mesías sería
cortado de la tierra, y así sucedió. A través de su soberanía Dios cumple sus
promesas.
En Oración
Señor gracias porque tu eres soberano, pero
tu soberanía no es indiscriminada sino que actúas de acuerdo a tu plan revelado. Gracias por
revelarnos tu plan, en el nobmre de Jesús , amén.
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