En la
Palabra
Lectura: Hechos 17
Este capitulo relata la predicación del
evangelio en la ciudad de Tesalónica donde por tres días de reposo Pablo, Silas
y Timoteo compartieron la Palabra de Dios en la sinagoga. Algunos judíos
creyeron, pero los que se juntaron más a escuchar la palabra fueron griegos
piadosos y muchas mujeres nobles. Esto una vez molestó a los líderes judíos
quienes anunciaron que los que estaban trastornando el mundo entero habían
llegado a Tesalónica. Pablo y sus acompañantes salieron de allí por el alboroto
que se hizo y se fue a Bera. Los judíos de Berea eran piadosos y buscaban en
las Escrituras para saber si lo que Pablo anunciaba estaba de acuerdo a ellas.
También Pablo tuvo que huir de Berea porque los judíos de Tesalónica fueron a alborotar
la gente allá, aunque Silas y Timoteo se quedaron en Berea. Pablo fue llevado a
Atenas donde predicó el famoso sermón del Areópago (o la colina de Ares o de Marte).
Pablo utilizó la religiosidad natural del hombre y un altar que decía: “Al dios
no conocido” para decirles que ese Dios al que no conocían era a quién él
anunciaba. Pablo citó a alguno de los filósofos griegos en su mensaje. Cuando
llegó al hecho de la resurrección, los atenienses se comenzaron a burlar aunque
hubo algunos que creyeron, como Dionisio el areopagita y una mujer llamada
Damaris.
En la
Práctica
El mundo estaba y
está lleno de todo tipo de males, sociales, morales, políticos, religiosos,
etc. Existe el hambre, las guerras, los desastres naturales. El evangelio ofrece una respuesta a
todos estos males. El evangelio
trae perdón, trae paz y propósito a las personas. En este capitulo 17 vemos
algunos de estos males; en Tesalónica vimos el prejuicio religioso, la
persecución religiosa (intolerancia), en Atenas se encuentra con el peligro del
orgullo intelectual. Cuando Pablo llegó a Atenas, la capital intelectual del
mundo, se encontró con un panorama desolador. Idolatría, Intelectualismo, Inmoralidad e Indiferencia. Estaban los filósofos Epicúreos la
indulgencia era la clave para la vida y el placer el la meta a alcanzar. Los
Estoicos enfatizaban que el hombre debía vivir de acuerdo a la naturaleza y
buscaban la virtud como fin. La indiferencia era la clave de la vida. Lo
primero que vio el apóstol y le dolió en su corazón fue ver la ciudad llena de
ídolos. El Monte Olimpo estaba lleno de dioses hechos a imagen del hombre;
todos ellos caídos. La inmoralidad de estos dioses era famosa. La teología de estos dioses eran
mitos. No tenían el conocimiento
de la salvación. Pablo llegó a la ciudad que era
considerada la cuna del mundo académico e intelectual. Arte, literatura, oratoria y aun
religión, todas estos elementos estaban presentes en Atenas. Ochocientos años
de mitología y quinientos años de filosofía griega demostraron ser incapaces de
encontrar la verdad. Encontraron
muchas verdades, pero no encontraron La Verdad. Pablo les predicó a Jesucristo
quien dijo: “Yo soy el camino, y la verdad y la vida.” El mundo necesita conocer a Jesús quien
es el único camino al Padre, y quien es la única verdad y quien ofrece vida
nueva y eterna, porque él es el Creador de todo. Cómo tetigos de Jesucristo
podemos anunciar este mensaje al mundo.
En Oración
Señor, gracias por tu mensaje de esperanza,
de paz, de perdón y de propósito para la vida. Gracias porque en ti vivimos, y
nos movemos y en ti somos. Ayúdame a compartir este mensaje para traer descanso
y la paz que tu deseas para el hombre. Por Jesucrsisto, amén.
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