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En la
Palabra
Lectura: 1 Tesalonicenses 1 – 5, 2
Tesalonicenses 1 - 4
El apóstol Pablo escribe la 1er carta a la
iglesia de Tesalónica desde Atenas porque escucha que están padeciendo por el
evangelio y que ellos también han escuchado que Pablo, Silas y Timoteo están
padeciendo también. Pablo les escribe para animarlos habiendo escuchado, de
Timoteo quien fue a Tesalónica y regresó, de la obra de su fe, de su trabajo de
amor y de la constancia en la esperanza en el Señor Jesucristo. Pablo les da
algunas instrucciones prácticas y doctrinales. Les dice que sean diligentes en
su trabajo así como trabajaron Pablo, Silas y Timoteo para su sustento para no
ser agravio a la iglesia, por ello les pide que anden como es digno de Dios,
porque la voluntad de Dios es que vivan de una manera santa, que se aparten de
la inmoralidad sexual, que no engañen, que vivan en amor y que trabajen
diligentemente para vivir honradamente. Pablo también les recuerda acerca de lo
que sucede cuando una persona muere y los ánima a no entristecerse como los que
no conocen a Dios sino que tengan la certeza de la esperanza de la resurrección
y de la unión con Jesucristo quien también regresará y reunirá a todos en su
Segunda venida. En la 2ª carta les vuelva a animar en medio del sufrimiento y
les dice que finalmente Dios juzgará a los que hacen mal, corrige además
algunas falsas ideas que habían surgido de que Jesucristo ya había regresado y
les ánima a vivir diligentemente, trabajando y compartiendo, que no estuvieran
ociosos.
En la Práctica
Cuando el apóstol
Pablo predicó el evangelio en la ciudad de Tesalónica, su impacto fue tal que
hubo una transformación de las personas que escucharon, se arrepintieron y
creyeron el mensaje. No existe un mensaje más poderoso que ofrezca perdón de
pecados y esperanza. No existe otro mensaje que pueda transformar la vida y dar
una nueva oportunidad. Uno de los
grandes temas del evangelio es la promesa del regreso de Jesucristo. En el libro de Hechos 1, en el momento
en que Jeseus fue llevado al cielo, los discípulos se quedaron viendo como ascendía a las nubes.
Un ángel les dijo: “¿qué hacen aquí mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha
sido llevado de entre ustedes al cielo, vendrá otra vez de la misma manera que
lo han visto irse.” ¡Que esperanza
tan maravillosa; el Señor viene! El poder del evangelio y la certeza del
regreso del Señor Jesucristo llenaron a la iglesia de Tesalónica de una
esperanza motivadora. El impacto y
la transformación fue tal que el mismo apóstol dice que a los lugares que iba a
compartir el evangelio, le decían que los Tesalonicenses habían sido
radicalmente transformados. Habían
dejado de adorar a los ídolos y ahora servían a Dios. Además estaban esperando el regreso de Jesucristo a quien
Dios resucitó y quien los libra del castigo venidero. (1:10) ¿Alguna vez te has
sentido desanimado, desmotivado en tu fe? ¿Alguna vez has sido criticado o
ridiculizado por ser cristiano? Pablo les enseñó a los Tesalonicenses la verdad
del inminente regreso de Jesucristo, esto los animó a vivir de una manera
excepcional, hablando a otros del evangelio. Querían que cuando el Señor
regresara los encontrara activos en el servicio y andando en santidad.
En Oración
Padre gracias por tu promesa del regreso de
Jesucristo, porque al recordar y estar conciente de este evento, puedo vivir
motivado esperando tu promesa pero compartiendo con otros esta esperanza. Por Jesucristo,
amén.
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