Lectura: Marcos 4, 5
Marcos relata en su Evangelio la parábola del sembrador, la enseñanza de
nada hay oculto que no haya de ser manifestado y otras parábolas como la del
crecimiento de la semilla, la semilla de mostaza. Marcos al igual que Mateo
dice que Jesús no les hablaba sin parábolas pero a sus discípulos les declaraba
todo. Uno de los relatos dónde el Señor demuestra su poder sobre la naturaleza
es cuando Jesús calma la tempestad. Los discípulos se quedaron preguntándose
quién era Jesús que aún los vientos y el mar le obedecen. El capítulo 5 se
conoce como el capítulo de los imposibles porque el Seños se encuentra con
varias situaciones que desde el punto de vista humano son imposibles de
solucionar. La primera fue un hombre con una legión de demonios dentro de él a
quien nadie podía controlar. A la orden de Jesús, los demonios salieron de
aquel hombre el cual se convirtió en un testimonio evidente a toda la región de
decápolis. También el Señor Jesús sana a una mujer que había gastado todo lo
que tenía en médicos. La manera que fue sana fue por la fe que esta mujer puso
en Jesucristo. Se acercó a él creyendo que si lo tocaba quedaría sana y así
fue. El Señor después resucitó a la hija de Jairo, el principal de la sinagoga.
En la Práctica
¡Que paz tan maravillosa que el Señor Jesús demuestra
en el lugar menos probable! En medio de una gran tormenta cuando todos en la
barca pensaban que iban a morir, el Señor dormia. Mientas estoy escribiendo
estas lineas mi esposa está viendo una película de Julia Robertas (Eat, Pray
and Love), perosnalmente no me gusta esa película. La trama es de una mujer que
está buscando significado en su vida y deja a su esposo para irse a viajar
hasta que llegó a la India a meditar. Justamente escuché cuando uno que esta en
el monasterio le pregunta que a que ha ido; a lo cual Julia Roberts le contesta
que a buscar paz. La gente está en busca de paz. La gente necesita saber que
Jesucrsito es el Príncipe de Paz y el ofrece su paz. “Mi paz les dejo, mi paz
les doy…” (Juan 14:27). Puedes confiar en la compasión de Jesús, en medio de la
tormenta él no te va a abandonar. Puedes confiar en la protección de Jesús,
invítale a tu barca. Cuando estés en medio de la tormetnta recuerda que es Él
quien está en control. Mientras nosotros queremos controlar aquellas cosas
que son imposibles para nosotros,
unicamente nos frustraremos, agotaremos y viviremos constantemente en angustia.
Que maravilloso es saber que tienes un Dios que se hizo hombre y que experimentó
los mismos padecimentos que tú y por ello se puede compadecer de ti. Entrégale el control de tu vida a Jesús
y experimenta su paz, la paz que sobrepasa todo entendimiento, la paz que
guarda tus pensamientos y tus emociones. (Fil. 4:6)
En Oración
Señor Jesús, muchas gracias por estar en mi
“barca,” gracias porque has demostrado una y otra ve que aún en medio de
circunstancias difíciles, tu amor, compasión y poder me han sacado adelante.
Bendito seas, amén.
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