Lectura: Mateo 12, Marcos 3, Lucas 6
Los discípulos del Señor arrancaban trigo en
el día de reposo para comer y fueron criticados por los religiosos, el Señor
Jesús los confronta con la historia de David y sus hombres quienes comieron del
pan de la proposición que solo los sacerdotes podían comer. Les hizo una
pregunta acerca de si era correcto sanar a un enfermo el día de reposos
comparándolos con aquellos que rescatan a sus animales cuando caen en un hoy el
día de reposo. Como no quisieron contestar, el Señor Jesús sana a un hombre con
la mano seca en el día de reposo. Los religiosos quieren matarlo. El Señor les
manda aprender lo que significa “misericordia quiero y no sacrificio.” Mateo declara una vez mas que Jesús
estaba cumpliendo las profecías de Isaías. Aquellos que atribuían las sanidades
y los milagros que Jesús hacía a Satanás blasfemaban contra el Espíritu Santo y
esa blasfemia no es perdonada. Mateo también nos dice que los religiosos
demandaban una señal para creer, sin embargo, el Señor Jesús les dijo que la
única señal sería la resurrección. Por su incredulidad y serían juzgados y aún
Tiro, Sidón y la reina del sur se levantarían a atestiguar en su contra. Lucas
además de relatar una gran parte de lo que relata Mateo y Marcos, también
relata algunos aspectos de lo que se conoce como el Sermón del Monte en Mateo 5
y 7.
En la
Práctica
Durante los últimos meses he estado
predicando acerca del libro de Gálatas, cuyo tema principal es que Jesucristo
nos ha hecho libres de la maldición de la esclavitud a la ley y mandamientos de
hombres, pero también nos hizo libres de la esclavitud al pecado. Los
religiosos interpretan el cristianismo como una series de reglas que dicen no
hagas esto. Sin embargo estas son solo prohibiciones que hacen personas llenas
de orgullo espiritual. Tenemos que ser muy cuidadosos de no interpretar el
cristianismo como reglas de prohibiciones, eso se llama legalismo. Pero también
tenemos que ser cuidadosos de no irnos al otro extremos de interpretar el
cristianismo como un seguro contra incendio, es decir, no importa lo que haga
Jesucristo ya me perdonó y me va a salvar de la condensación. Si una persona
piensa así, o peor, vive así, no ha entendido el mensaje del Evangelio y
seguramente no ha nacido de Nuevo, porque lo que enseña la Palabra de Dios en 1
Juan, es que el que ha nacido de Dios no puede practicar el pecado porque la
simiente de Dios permanece en él y no puede pecar. El Señor Jesús tuvo que
enfrentar a estos religiosos, Pablo tuvo que enfrentar a estos religiosos y seguramente
algunos de nosotros tenemos que enfrentar a estos religiosos. Recuerda
Jesucristo es el Señor del Sábado, es decir el es Señor de todo. Vivamos de una
manera que agrada a Dios.
En Oración
Padre celestial, confieso con mi boca y con
mi corazón que Jesucristo es el Señor, gracias por librarme del pecado y de la
maldición de la ley. Por Jesucristo, amén.
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