Sunday, October 14, 2012

Jesucirsto, Señor del Sábado


En la Palabra
Lectura: Mateo 12, Marcos 3, Lucas 6

Los discípulos del Señor arrancaban trigo en el día de reposo para comer y fueron criticados por los religiosos, el Señor Jesús los confronta con la historia de David y sus hombres quienes comieron del pan de la proposición que solo los sacerdotes podían comer. Les hizo una pregunta acerca de si era correcto sanar a un enfermo el día de reposos comparándolos con aquellos que rescatan a sus animales cuando caen en un hoy el día de reposo. Como no quisieron contestar, el Señor Jesús sana a un hombre con la mano seca en el día de reposo. Los religiosos quieren matarlo. El Señor les manda aprender lo que significa “misericordia quiero y no sacrificio.”  Mateo declara una vez mas que Jesús estaba cumpliendo las profecías de Isaías. Aquellos que atribuían las sanidades y los milagros que Jesús hacía a Satanás blasfemaban contra el Espíritu Santo y esa blasfemia no es perdonada. Mateo también nos dice que los religiosos demandaban una señal para creer, sin embargo, el Señor Jesús les dijo que la única señal sería la resurrección. Por su incredulidad y serían juzgados y aún Tiro, Sidón y la reina del sur se levantarían a atestiguar en su contra. Lucas además de relatar una gran parte de lo que relata Mateo y Marcos, también relata algunos aspectos de lo que se conoce como el Sermón del Monte en Mateo 5 y 7.

En la Práctica
Durante los últimos meses he estado predicando acerca del libro de Gálatas, cuyo tema principal es que Jesucristo nos ha hecho libres de la maldición de la esclavitud a la ley y mandamientos de hombres, pero también nos hizo libres de la esclavitud al pecado. Los religiosos interpretan el cristianismo como una series de reglas que dicen no hagas esto. Sin embargo estas son solo prohibiciones que hacen personas llenas de orgullo espiritual. Tenemos que ser muy cuidadosos de no interpretar el cristianismo como reglas de prohibiciones, eso se llama legalismo. Pero también tenemos que ser cuidadosos de no irnos al otro extremos de interpretar el cristianismo como un seguro contra incendio, es decir, no importa lo que haga Jesucristo ya me perdonó y me va a salvar de la condensación. Si una persona piensa así, o peor, vive así, no ha entendido el mensaje del Evangelio y seguramente no ha nacido de Nuevo, porque lo que enseña la Palabra de Dios en 1 Juan, es que el que ha nacido de Dios no puede practicar el pecado porque la simiente de Dios permanece en él y no puede pecar. El Señor Jesús tuvo que enfrentar a estos religiosos, Pablo tuvo que enfrentar a estos religiosos y seguramente algunos de nosotros tenemos que enfrentar a estos religiosos. Recuerda Jesucristo es el Señor del Sábado, es decir el es Señor de todo. Vivamos de una manera que agrada a Dios.

En Oración
Padre celestial, confieso con mi boca y con mi corazón que Jesucristo es el Señor, gracias por librarme del pecado y de la maldición de la ley. Por Jesucristo, amén.

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