Compartiendo el Amor de Dios

En la Palabra

Lectura: Lucas 11

El Señor envió a 70 discípulos de dos en dos a predicar porque el trabajo era mucho y los trabajadores pocos. Les advirtió que el trabajo no sería sencillo porque algunos no recibirían el mensaje lo cual traería gran condenación. Cuando volvieron los setenta se asombraban de que los demonios se les sujetaban pero el Señor les dijo que deberían gozarse más porque sus nombres estaban escritos en los cielos. El Señor Jesús se regocijó que Dios le diera la autoridad a Jesús de revelar al Padre. Le preguntaron al Señor acerca del mandamiento más importante lo cual dice en la ley que es: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente, y a tu prójimo como a ti mismo.” Jesús ilustró el amar al prójimo con la historia del buen samaritano. Este pasaje termina con la visita del Señor Jesús a casa de Marta. María, su hermana, se sentó a escuchar las enseñanzas del Señor mientras que Marta se puso a servir. Llegó el momento en que le dijo a Jesús que le pidiera a María que le ayudara. El Señor le dijo que María había escogido lo más importante.

En la Práctica

Este pasaje nos recuerda de la comisión que recibimos del Señor de ir y hacer discípulos, en todas las naciones, de bautizarlos y enseñarles todas las cosas que Jesucristo nos mandó. Los setenta se regocijaron de hacerlo y de ver las maravillas que Dios hacía por medio de ellos. Cuando compartimos al Señor con las personas, Dios hace maravillas e inclusive podemos ver cuando pasan de las tinieblas a la luz. ¿A cuántas personas les has compartido a Cristo? Tristemente, en mi experiencia he conocido mas personas que buscan discutir de la religión que de presentar el amor de Dios. Hablemos de la necesidad de todos los seres humanos que tenemos del amor y el perdón que podemos encontrar en Jesucristo. ¿Por qué debemos hacerlo? Por el segundo y gran mandamiento, “Amarás a tu prójimo como a ti mismo.” Si no compartimos el amor de Dios, somos como el sacerdote o el servidor del tempo (levita), estamos metidos en la iglesia todo  el tiempo pero no compartimos el amor de Dios con la gente que está herida en el camino. La lectura de este día tiene una gran exhortación. ¿Estas dispuesto a llevar el mensaje del amor de Dios?

En Oración

Señor gracias por tu Palabra y por recordarme lo que es importante en la vida. Que pueda compartir con las personas tu amor maravilloso. Te lo pido por Jesucristo, amén.