En la
Palabra
Lectura: Lucas 11
El Señor Jesús enseña a sus discípulos a orar
enfatizando la necesidad e importancia que tiene la oración ilustrándolo con un
hombre que a media noche va a casa de su vecino a pedirle porque tiene
necesidad. El vecino se levantará por la urgencia del hombre. Jesús dijo”
“Pedid, y se os dará, buscar, y hallaréis, llamad, y se os abrirá. Porque todo
aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama se le abrirá”
(v.9-10). Al echar fuera demonios como parte de su ministerio fue acusado de
echarlos por Beelzebú, príncipe de los demonios. Otros pedían señales y Jesús
les dijo que la generación perversa demanda señal y la única señal que les
sería dada sería la del profeta Jonás. Jesús también enseñó que al echar fuera
un espíritu demoniaco, ese anda vagando y a l no encontrar dónde posar regresa
a donde salió y si esa “casa” no está “llena”, regresa con siete espíritus
peores. Para vivir en luz, dice el Señor, nuestro ojo debe ser bueno. El
capítulo termina con una reprensión dura a los religiosos que por sus ritos,
mandas y tradiciones pensaban que eran mejor que el resto de las personas. El
Señor les dice que todos esos ritos externos no limpian el interior, por ello
los religiosos procuraban encontrar algo para acusarle.
En la
Práctica
¿Cómo está tu vida de oración? ¿Tienes alguna
necesidad? Todos tenemos muchas necesidades. Algunos nos llenamos de ansiedad o
preocupación por las circunstancias a nuestro alrededor que nos son como
quisiéramos. Otros se llenan de temor, depresión y piensan constantemente
negativamente. Dios nos creó seres emocionales y ni aún nosotros mismos nos
entendemos. El día de ayer en Mateo 11 el Señor ofrece descanso. En la lectura
de este día el Señor nos dice que llevemos nuestras peticiones a él en oración
y nos da un modelo que es el Padre Nuestro. Obviamente no quiere decir que
repitamos esta oración constantemente (contradeciría su enseñanza en el Sermón
del Monte cuando dijo: “cuando oren no usen vanas repeticiones como los
gentiles que creen que por su mucha palabrería serán escuchados.” –Mat.6:7). El
Padre Nuestro contiene los elementos básicos de nuestra oración. Nuestra
relación con Dios como nuestro Padre (un concepto único y distintivo del
Cristianismo). También nos habla de la esfera de la habitación de Dios (el
cielo – obviamente no son las nubes, no es la estratosfera ni el espacio
sideral, es el lugar de la habitación de Dios). Nos habla de la reverencia que
se le debe a Dios, y nuestro deseo de someternos a su soberanía y voluntad. Nos
enseña a pedir por nuestras necesidades físicas (alimento, abrigo, seguridad).
Y nos de la importancia de perdonar para poder nosotros mismos ser perdonados.
También nos enseña a que pidamos ser librados del maligno. Estos elementos son
necesarios en nuestra oración. ¿Tienes algo que perdonar a alguien? ¿Tienes que
obedecer algo que sabes Dios te está pidiendo? Gracias a Dios porque podemos ir
a Él con confianza y al mismo tiempo reverencia para adorarle y también para
pedirle por nuestras necesidades. El Señor Jesús hace un contraste y dice, si
nosotros como hombres sabemos dar buenas cosas a nuestros hijos, cuánto mas
nuestro Padre celestial nos dará lo que le pedimos. ¡Que maravillosa confianza!
Te invito a que renueves tu vida de oración.
En Oración
Gracias Padre Celestial porque puedo venir a
ti con confianza y porque puedo adorarte por quien eres, el Dios Creador del
universo y un Padre amoroso y misericordioso. Tu conoces mis necesidades y aflicciones,
por las cuales te pido en el Nombre de Jesús, amén.
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