En la
Palabra
Lectura: Mateo 14, Marcos 6, Lucas 9
Mateo narra cómo Herodes mandó decapitar a
Juan el Bautista por manipulación de su esposa a través de su hija. Herodes
escuchaba a Juan pero Herodias lo odiaba por recordarle que estaba viviendo en
adulterio, porque ella era la esposa de Felipe, hermano de Herodes. Jesús al
escuchar la noticia se apartó al desierto y mucha gente vino a él y los sanó y
alimentó a una multitud de mas de 5,000 personas. Después envió a sus
discípulos del otro lado del lago y el los alcanzó caminando sobre el mar
cuando estaban cansados de navegar en contra del viento que les era contrario.
Pedro pidió al Señor caminar sobre el mar y el Señor se lo permitió, pero
cuando Pedro quitó la mirada del Señor por las olas y el viento que le pegaban
en el rostro, se comenzó a hundir. El Señor Jesús lo rescató. Es interesante
que cuando Jesús estuvo en Nazaret, la gente no creía y por ello no hizo muchos
milagros, lo menospreciaban porque creían que era hijo de José, el carpintero.
A Pedro Dios le reveló que Jesús era el Cristo, desde entonces el Señor comenzó
a anunciar su muerte y su resurrección. A los que le seguían les dijo
claramente cuál era el requisito: “niéguese a si mismo, tome su cruz cada, y
sígame.” (9:23).
En la
Práctica
¿Cómo enfrentas las circunstancias adversas?
El pasaje de Jesús caminando sobre el mar, además de ser un hecho milagroso,
tiene una enseñanza práctica para nosotros. El Señor Jesús después de haber
alimentado a mas de cinco mil personas, sabiendo que era una tentación para los
discípulos quedarse y que la gente los comenzara a inflar en su ego, los envió
al otro lado del lago. Jesús mismo se apartó y se fue a orar. Los discípulos
obedecieron al Señor pero después de muchas horas de navegar no podían llegar
al otro lado por el viento que les era contrario. En ese momento vieron al
Señor caminando sobre al mar y temieron. Jesús solo les dijo: “tengan ánimo, yo
soy, no tengan temor.” ¡Que palabras mas maravillosas! En medio de las
circunstancias difíciles, cuando mas temerosos e inseguros nos podemos sentir,
podemos escuchar la voz del Hijo de Dios que camina sobre las circunstancias
mas difíciles y te dice: “ten ánimo.” Cuantas veces nos desanimamos por cualquier
cosa, de hecho el desanimo es muy fácil de contagiar, a veces solo es un
pequeño comentario negativo y te desanimas. Si este día estás desanimado,
escucha la voz de Jesús que dice: “ten ánimo.” Pero no solo eso, hay muchos
libros de auto-ayuda, de superación personal que quieren infundirte ánimo, pero
la diferencia es que el autor está en su casa y no sabe quién eres ni por lo
que estás pasando, en cambio Jesucristo te dice: “soy yo”, es decir, la
presencia del Señor está contigo. “Si Dios es con nosotros; ¿quién contra
nosotros?” Finalmente, Pedro le prueba: “si eres tú, manda que yo vaya a ti
sobre las aguas.” El Señor no se molesta que lo pruebes, en Malaquías 3 dice
“pruébame ahora en esto…” (refiriéndose a ser fieles en nuestras ofrendas, el
suplirá en abundancia). Gedeón probó al Señor para asegurarse que estaba
haciendo lo correcto. Nosotros podemos probar al Señor con honestidad, no como
Herodes quien le pidió que convirtiera el agua en vino para saciar su
curiosidad. El te puede hacer caminar sobre tus circunstancias difíciles, pero
no quites tu mirada y tu confianza de él.
En Oración
Padre celestial, gracias por tu cuidado de
nosotros, porque conoces nuestras luchas, nuestros temores y preocupaciones. La
voz poderosa de tu Hijo nos dice: “ten ánimo, soy yo.” Gracias una vez mas, por
Jesucristo, amén.
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