Monday, October 22, 2012

Caminando Sobre el Mar


En la Palabra
Lectura: Mateo 14, Marcos 6, Lucas 9

Mateo narra cómo Herodes mandó decapitar a Juan el Bautista por manipulación de su esposa a través de su hija. Herodes escuchaba a Juan pero Herodias lo odiaba por recordarle que estaba viviendo en adulterio, porque ella era la esposa de Felipe, hermano de Herodes. Jesús al escuchar la noticia se apartó al desierto y mucha gente vino a él y los sanó y alimentó a una multitud de mas de 5,000 personas. Después envió a sus discípulos del otro lado del lago y el los alcanzó caminando sobre el mar cuando estaban cansados de navegar en contra del viento que les era contrario. Pedro pidió al Señor caminar sobre el mar y el Señor se lo permitió, pero cuando Pedro quitó la mirada del Señor por las olas y el viento que le pegaban en el rostro, se comenzó a hundir. El Señor Jesús lo rescató. Es interesante que cuando Jesús estuvo en Nazaret, la gente no creía y por ello no hizo muchos milagros, lo menospreciaban porque creían que era hijo de José, el carpintero. A Pedro Dios le reveló que Jesús era el Cristo, desde entonces el Señor comenzó a anunciar su muerte y su resurrección. A los que le seguían les dijo claramente cuál era el requisito: “niéguese a si mismo, tome su cruz cada, y sígame.” (9:23).

En la Práctica
¿Cómo enfrentas las circunstancias adversas? El pasaje de Jesús caminando sobre el mar, además de ser un hecho milagroso, tiene una enseñanza práctica para nosotros. El Señor Jesús después de haber alimentado a mas de cinco mil personas, sabiendo que era una tentación para los discípulos quedarse y que la gente los comenzara a inflar en su ego, los envió al otro lado del lago. Jesús mismo se apartó y se fue a orar. Los discípulos obedecieron al Señor pero después de muchas horas de navegar no podían llegar al otro lado por el viento que les era contrario. En ese momento vieron al Señor caminando sobre al mar y temieron. Jesús solo les dijo: “tengan ánimo, yo soy, no tengan temor.” ¡Que palabras mas maravillosas! En medio de las circunstancias difíciles, cuando mas temerosos e inseguros nos podemos sentir, podemos escuchar la voz del Hijo de Dios que camina sobre las circunstancias mas difíciles y te dice: “ten ánimo.” Cuantas veces nos desanimamos por cualquier cosa, de hecho el desanimo es muy fácil de contagiar, a veces solo es un pequeño comentario negativo y te desanimas. Si este día estás desanimado, escucha la voz de Jesús que dice: “ten ánimo.” Pero no solo eso, hay muchos libros de auto-ayuda, de superación personal que quieren infundirte ánimo, pero la diferencia es que el autor está en su casa y no sabe quién eres ni por lo que estás pasando, en cambio Jesucristo te dice: “soy yo”, es decir, la presencia del Señor está contigo. “Si Dios es con nosotros; ¿quién contra nosotros?” Finalmente, Pedro le prueba: “si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas.” El Señor no se molesta que lo pruebes, en Malaquías 3 dice “pruébame ahora en esto…” (refiriéndose a ser fieles en nuestras ofrendas, el suplirá en abundancia). Gedeón probó al Señor para asegurarse que estaba haciendo lo correcto. Nosotros podemos probar al Señor con honestidad, no como Herodes quien le pidió que convirtiera el agua en vino para saciar su curiosidad. El te puede hacer caminar sobre tus circunstancias difíciles, pero no quites tu mirada y tu confianza de él.

En Oración
Padre celestial, gracias por tu cuidado de nosotros, porque conoces nuestras luchas, nuestros temores y preocupaciones. La voz poderosa de tu Hijo nos dice: “ten ánimo, soy yo.” Gracias una vez mas, por Jesucristo, amén.

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