En la
Palabra
Lectura: Juan 5
El Señor Jesús sanó a un enfermo en el
estanque de Betesda. Este hombre por 38 años había estado esperando poder ser
sanado de una forma milagrosa. El Señor Jesús sólo habló su Palabra y el hombre
sanó. Como era el Sabat (día de reposo) los religiosos lo querían matar (por
hacer el bien el Sabat). Cuando lo confrontaron, se llevaron una mayor
sorpresa, el Señor Jesús es dijo ser hijo de Dios. En todo el resto del
capítulo Jesús asevera cosas únicas: El Hijo no hace nada por sí mismo. “…como
el Padre levanta a los muertos, y les da vida, así también el Hijo a los que
quiere da vida” (v.21). El Hijo es el que juzga para que todos honren al Hijo
como honran al Padre (v.23). El Padre tiene vida en sí mismo, el Hijo tiene
vida en si mismo (v.26). Además el Jesús les muestra que El está cumpliendo las
escrituras. Juan el bautista dio testimonio. El Padre también da testimonio de
El a través de la Palabra y les dice que deben escudriñar las Escrituras, es decir, deben estudiarlas profundamente
porque en ellas encuentran la vida eterna y ellas dan testimonio de Jesús.
Deben de creer a Moisés porque Moisés habló de el, pero si no le creen a
Moisés, no creerían en las palabras de Jesús.
En la
Práctica
Este es un pasaje maravilloso que da grandes
enseñanzas acerca de la naturaleza de Jesucristo, no solo es Hijo de Dios, sino
que es Dios hecho carne. Los atributos que tiene Dios, los tiene Jesús. Jesús
tiene vida en si mismo, Jesús puede levantar a los muertos, Jesús va a juzgar a
los muertos. Pero estas Palabras son únicas, ningún otro líder religioso se
dice que haya aseverado algo así: “El que oye mi Palabra y cree al que me envió
tiene vida eterna y no vendrá a condensación, mas ha pasado de muerte a vida.” Vuelve
a leer esta declaración y trata de comprenderla. La salvación es por la fe en Jesucristo.
No es por ninguna buena obra que nosotros pudiéramos hacer para ganar el favor
de Dios. Eso nos haría orgullosos (de por si…) Es únicamente creyendo en su Palabra.
¡Que triste que hay gente que desecha las Escrituras considerándolas un libro más
y no lo que es, la Palabra de Dios, pero lo peor es que consideran otros
libros, que no son de inspiración divina como la fuente de sus principios…! “Escudriñemos
las Escrituras.” ¡Que bendición es que juntos podamos estar leyendo la Palabra
de Dios y meditar en ella! “Nunca se aparte de tu boca este libro de la Ley,
sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a
todo lo que en el está escrito, porque entonces harás prosperar tu camino y
todo te saldrá bien” (Josue 1:8).
En Oración
Gracias Señor por tu Palabra, gracias porque
en ella está la vida eterna y en ella encontramos el testimonio de Jesucristo,
nuestro Salvador y Señor, en su nombre te bendigo, amén.
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