Lectura: Juan 7 – 8
El Señor Jesús fue a Jerusalén y en medio de la fiesta de los Tabernáculos
enseñaba en el templo y la gente se asombraba porque les decía que su enseñanza
venía de Dios y el que quería realmente hacer la voluntad de Dios reconocería
que la doctrina venía de Dios. La diferencia entre Jesús y otros maestros es
que Jesucristo glorificaba a Dios en sus enseñanzas, los otros buscan su propia
gloria. Muchos de la multitud creyeron que era el Cristo pero otros dudaban. Los
religiosos lo mandaron apresar. En el día mas importante de la fiesta, el Señor
declaró en voz alta: “El que tenga sed, venga a mi y beba…de su interior correrán
ríos de agua viva.” Le trajeron después una mujer sorprendida en adulterio y
querían que el diera la sentencia de apedrearla, sin embargo, se sentó y
escribió en la tierra (tal vez otros mandamientos como: “no mientas” o “no
robes” o “honra a tu padre y madre”) y les dijo: “el que este libre de pecado
que arroje la primera piedra.” Todos se fueron y a la mujer le dijo: “no te
condeno, ve y no peques mas.” Jesús les dijo: “yo soy la luz del mundo, el que
me sigue no andará en tinieblas sino que tendrá la luz de la vida” (8:12). Esta
declaración hizo que hubiera discusión con los religiosos. Jesús les dijo que
no podían decir que ellos eran hijos de Abraham porque reconocerían a Jesús
porque el mismo Abraham anhelaba ver el día en que se manifestara el Cristo. El
Señor los acusó de ser hijos del diablo porque querían matarlo y el diablo es
un asesino. Lo que podía librarlos es la verdad, si Jesús los liberaba serían
verdaderamente libres.
En la Práctica
Esta sección está llena de declaraciones y enseñanzas que solo
Jesucristo puede aseverar. Esto lleva a cualquier persona racional a evaluar
estas declaraciones y tomar una decisión en cuanto a quién es Jesucristo. C.S.
Lewis, una de las mentes más brillantes del siglo XX, quien fuera profesor en
la universidad de Cambridge y en algún tiempo agnóstico, al enfrentarse con
estas aseveraciones de Jesús escribió:
Estoy tratando aquí de prevenir a cualquiera
para que no diga la necedad que la gente dice a menudo respecto de él: ‘Estoy
dispuesto a aceptar a Jesús como un gran maestro de moral, pero no acepto sus aseveraciones
de ser Dios.’ Eso es lo que no debemos decir. Un hombre que fuese meramente un
hombre y dijera las cosas que dijo Jesús, no sería un gran maestro de moral. Podría
ser un lunático…Le corresponde a usted hacer su elección. Si este hombre fue, y
es, el Hijo de Dios; o si es un demonio o algo peor. (Mere Christianity)
Consideremos una vez algunas declaraciones de Jesús en el evangelio de
Juan: “De cierto, de cierto os digo: el que oye mi palabra y cree al que me envió,
tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida. De
cierto, de cierto os digo: Viene la hora, y ahora es, cundo los muertos oirán
la voz del Hijo de Dios; y los que la oyeren vivirán” (5:25-26) “Jesús les
dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mi viene, nunca tendrá hambre; y el que
en mi cree, no tendrá sed jamás.” (6:35) “Jesús se puso en pie y alzó la voz,
diciendo: si alguno tiene sed, venga a mi y beba. El que cree en mi, como dice
la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.” (7:37-38) “Otra vez
Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará
en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.” (8:12) ¿Quién es Jesucristo
para ti? Si el es quien dijo ser, entonces puedes hacerle tu Señor y tu
Salvador.
En Oración
Señor Jesús yo creo
que tu eres el Hijo de Dios, el Salvador del mundo. Gracias porque te puedo
confesar como mi Señor y mi Salvador. Amén.
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