En la
Palabra
Lectura: Mateo 18
El Señor Jesús enseña a sus discípulos que en
el reino de los cielos el mayor es el que se hace como un niño. También les
enseña de la importancia del cuidado de los niños, los adultos debemos tener
cuidado de no poner tropiezo a los niños. Las palabras para los que hacen
tropezar son fuertes; mejor le fuera atarse una piedra y echarse en el mar. El
Señor vino a salvar a todos y lo ilustra con el hombre que deja 99 ovejas para
ir a buscar a la que se perdió y se regocija cuando la encuentra. “Así que no
es la voluntad de vuestro Padre que está en lo cielos, que se pierda uno de
estos pequeños.” (v.14). Con este contexto, el Señor enseña acerca del perdón y
la restauración de una persona que sentimos nos ha ofendido. El perdón y la
restauración hacen que la presencia del Señor esté en medio de nosotros (v.19-20).
Una vez más, el Señor utiliza la historia de los dos deudores para ilustrar la
importancia y el poder del perdón; pero al mismo tiempo la esclavitud y el
calabozo terrible en donde una persona puede caer cuando no perdona.
En la
Práctica
En el mundo se nos enseña que el que humilla
a otros es porque es grande; Jesucristo enseña completamente lo contrario, en
el reino de los cielos, el mayor es el que se humilla. La humillación no es un
símbolo de debilidad sino de fortaleza. Jesucristo era Dios y se humilló. En un
acto simbólico de servicio, Jesús le lavó los pies a sus discípulos y les
enseñó que debían hacer lo mismo, es decir, servir a los demás (Juan 13). ¿Qué
tan dispuesto estás para servir al Señor? Sirviendo a los demás es como
muestras que estás sirviendo al Señor.
Como adultos; ¿qué ejemplos le estamos
dejando a nuestros hijos y a los niños de nuestra sociedad? Dios nos pide que
seamos cuidadosos con las cosas que enseñamos a nuestros niños; ellos aprenden
más de nuestro ejemplo que de nuestras palabras. Si le decimos a nuestros
hijos; “si viene tal persona dile que no estoy” ¿qué le estoy enseñando? A
mentir y a engañar. ¿Tienen los padres razón para molestarse si sus hijos los
engañan? Dios nos ha dado una responsabilidad muy grande como padres o como
adultos, enseñar a los niños con el ejemplo. ¿Qué tipo de sociedad le estamos
dejando de herencia a nuestros niños?
¿Alguna vez has sentido que alguien te
ofendió? Los veros 15 al 22 nos enseñan el proceso para perdonar a una persona.
Es interesante que lo primero que hay que hacer es ir a hablar con la persona
directamente. Generalmente no hacemos eso, sino que primero vamos a otras
personas para “echarle tierra” a la persona que sentimos nos ofendió.
Finalmente el deseo y la meta que el Señor quiere que aprendamos es el perdón.
Aún que no nos escuchare la persona, podemos perdonarla, si no lo hacemos,
viviremos con esclavizados al rencor, lo cual es como un veneno que solos nos
tomamos.
En Oración
Padre celestial, gracias por enseñarnos lo
que es estar dispuesto a perdonar. Tu dejaste tu gloria en el cielo para
hacerte hombre y venir para buscarnos y ofrecernos perdón. Gracias Señor por
ese regalo inmerecido, por Jesucristo, amén.
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