Gracia Salvadora

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En la Palabra

Lectura: Génesis 43 -45

Estos capítulos hablan del regreso de los hermanos de José a Egipto trayendo consigo a Benjamín, el hermano menor de José. Al verlos José los llevó a su casa y comió en la misma habitación con ellos.  Al no poder más de la emoción de verlos y de saber que su padre vivía aún, José no pudo más y se echó a llorar y se reveló a sus hermanos. Tal fue su llanto de alegría que llegó la noticia a oídos de Faraón quien le dijo a José que mandara traer a su padre y toda su familia con sus ganados y posesiones y les daría lo mejor de la tierra de Egipto.

Los hermanos regresaron a Canaán llevando las mejores noticias: “¡tu hijo vive!” ¿Te suena familiar?

En la Práctica

Muchas veces en películas o historias donde se ve la maldad de alguno de los personajes, el deseo natural que surge del nuestro corazón es que esa persona reciba el justo castigo por su maldad. En la historia de José y sus hermanos, José tenía el poder y estaba en la posición para poder hacer justicia por todos los años de dolor, soledad, incertidumbre que pasó alejado de su familia y de su tierra por la maldad de sus hermanos. Sin embargo José mostró gracia y reconoció que Dios tenía un propósito al hacerlo:

Y dijo José a sus hermanos: Yo soy José; ¿vive aún mi padre? Y sus hermanos no pudieron responderle, porque estaban turbados delante de él.
Entonces dijo José a sus hermanos: Acercaos ahora a mí. Y ellos se acercaron. Y él dijo: Yo soy José, el hermano de ustedes, a quien vendieron a Egipto. Pero ahora, por favor no se aflijan más ni se reprochen el haberme vendido, pues en realidad fue Dios quien me mandó delante de ustedes para salvar vidas. (45:3-5)

José es un tipo de Cristo en el Antiguo Testamento. Jesucristo puede ejercer su justicia para condenar al hombre por su maldad.  El tiene el poder y está en la posición de hacerlo, sin embargo, ha mostrado su gracia salvadora. Dios  envió a su Hijo para salvarnos.
Las mejores noticias que podemos escuchar son:   “Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras;” (1 Corintios 15:3-4)

Jesucristo ya pagó la deuda de nuestra maldad, y sepultó todos nuestros pecados para nunca mas acordarse de ellos; pero resucitó para darnos ahora una vida nueva. ¿Podemos ahora compartir y llevar las buenas noticias al mundo? “¡Jesucristo vive!”

En Oración

Señor, en esta historia me veo reflejado en alguno de los hermanos de José, por mi maldad Jesucristo fue entregado para sufrir y morir en la cruz. Pero tu gracia y tu favor son maravillosos, tu lo enviaste para salvar. Gracias por perdonar todos mis pecados y por darme una vida nueva. Por Jesucristo; amén.