El Destino del Malvado

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Mientras que los amigos de Job, Elifaz, Bildad y Zofar, lo acusan de haber pecado contra Dios, Job retiene su inocencia. Sin embargo una cosa es clara para cada uno de ellos; que el destino del malvado es padecimiento, oscuridad y tinieblas. Así describe Bildad al malvado:

“Lejos de la seguridad de su morada, marcha ahora hacia el rey de los terrores. El fuego se ha apoderado de su carpas; hay azufre ardiente esparcido en su morada. En el tronco, sus raíces se han secado; en la copa, sus ramas se marchitan. Borrada de la tierra ha sido su memoria; de su fama nada queda en el país. De la luz es lanzado a las tinieblas; ha sido expulsado de este mundo. (Job 17:14-28)

En la Palabra

Lectura: Job 17-20

¿De que sirve la algarabía del malvado y la alegría del impío si son pasajeras? Zofar describe el destino del malvado con estas palabras: “Aunque su orgullo llegue hasta los cielos y alcance a tocar con la cabeza las nubes, él perecerá para siempre, como su excremento,  y sus allegados dirán: “¿Qué se hizo?” Como un sueño, como una visión nocturna, se desvanecerá y no volverá a ser hallado.” (20:6-8  NVI)

Ciertamente son palabras fuertes, pero necesarias para expresar la urgencia de enmendar el camino.  Cuando el malvado no se arrepiente Zofar dice que: “Un fuego no atizado acabará con él y con todo lo que haya quedado de su casa. Los cielos harán pública su culpa; la tierra se levantará a denunciarlo. En el día de la ira de Dios” (20:26-28 NVI)

En la Práctica

Dios es misericordioso y paciente, pero su paciencia tiene un límite y la Biblia dice que finalmente llegará el día de la ira de Dios. El apóstol Pedro dice que el día de la ira de Dios no ha llegado aún no porque no vaya a llegar sino porque Dios esta esperando a que el malvado se arrepienta. ¡Que triste será el día de la ira y el juicio de Dios para todos aquellos que han rechazado su amor!

En Oración

Señor gracias porque tu ere misericordioso y paciente, te pido me des sabiduría para aprovechar cada oportunidad que tenga para hablar de tu amor y el perdón que ofreces por Jesucristo. Es en su Nombre que levanto mi voz en oración.