El Temor y la Ansiedad

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En la Palabra

Génesis 32-34

La lectura de este día comienza con Jacob teniendo un encuentro con  unos ángeles de Dios. No se da mas referencia de este encuentro, solo que llamó aquel lugar Mahanaim. Quizás este encuentro le fortaleció porque habría de encontrarse con su hermano. La última vez que lo vio quería matarlo. Jacob estaba aún mas temeroso porque escuchó que venía con 400 hombres. Jacob se preparó para lo peor y oró a Jehová:

Dios de mi padre Abraham, y Dios de mi padre Isaac, Jehová, que me dijiste: Vuélvete a tu tierra y a tu parentela, y yo te haré bien; … con mi cayado pasé este Jordán, y ahora estoy sobre dos campamentos. 11 Líbrame ahora de la mano de mi hermano, de la mano de Esaú, porque le temo; … 12 Y tú has dicho: Yo te haré bien, y tu descendencia será como la arena del mar, que no se puede contar por la multitud.

Esa noche Jacob luchó hasta el amanecer con un varón al cual le pidió que lo bendijera. En ese encuentro el varón cambió el nombre de Jacob a Israel y le dejó una marca permanente al dislocarle la cadera.

Dios le dio gracia a Jacob en el encuentro con Esaú el cual le invitó a ir con él, pero Jacob prefirió quedarse en la tierra de Siquem, lo cual resultó en la violación de su hija Dina y la venganza por parte de sus hijos (hermanos de Dina) Simeón y Leví.

En la Práctica

Seguramente el temor que sentía Jacob de su encuentro con su hermano fue un motivo de vivir durante ese tiempo con ansiedad. Tal era su temor que en su oración lo confiesa a Dios. En esa oración Jacob reconoce la manera en que Dios le ha hecho bien porque cuando salió de casa de su padre solo llevaba su bastón, ahora regresaba con muchas posesiones y su familia. Jacob pide al Señor que lo libre de Esaú de acuerdo a la promesa que Dios le dio.

En este mundo vivimos en constante ansiedad, pero al igual que Jacob, podemos acercarnos a Dios y como dice Filipenses 4:6-7: “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.”

En Oración

Padre, en este mundo estoy constantemente en aflicción y en ansiedad, pero gracias que puedo venir a ti con mis peticiones y tu paz guarda mis pensamientos y mis sentimientos en Jesucristo, amen.