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En su triste situación; “Mi carne está vestida de gusanos, y de costras de polvo; Mi piel hendida y abominable.” (7:5), Job permaneció en silencio durante 7 días y 7 noches juntamente con tres de sus amigos que fueron a visitarle para consolarle. Nadie habló hasta que Job lo hizo para maldecir el día en que nació. La situación de Job era ya para el insoportable, al punto que quiso mejor morir.
En su triste situación; “Mi carne está vestida de gusanos, y de costras de polvo; Mi piel hendida y abominable.” (7:5), Job permaneció en silencio durante 7 días y 7 noches juntamente con tres de sus amigos que fueron a visitarle para consolarle. Nadie habló hasta que Job lo hizo para maldecir el día en que nació. La situación de Job era ya para el insoportable, al punto que quiso mejor morir.
Este fue el pretexto para que sus amigos hablaran. ¿Cómo lo consolaron? Acusándolo de haber pecado y estar recibiendo lo que merecía.
En la Palabra
Lectura: Job 6-9
La razón por la que Job se queja es porque asegura que el es justo, inclusive dice que si se pesara su justicia, esta pesaría mas que la arena del mar. Sin embargo sus amigos lo acusan de haber cometido injusticia. Ante estas acusaciones Job se enoja y les dice: “23 ¿Quién les ha pedido que me libren de mi enemigo, o que me rescaten de las garras de los tiranos? 24 »Instrúyanme, y me quedaré callado; muéstrenme en qué estoy equivocado.” (6:23 NVI) Job reconoce que el no se puede justificar delante de Dios, quien es el Creador y Sustentador del Universo. Pero al final del capitulo 9 hace una declaración impresionante: “No hay entre nosotros árbitro que ponga su mano sobre nosotros dos.” (9:33). En otras palabras Job estaba pidiendo un mediador que tocara al hombre y que tocara a Dios. Tal ves, sin darse cuenta, Job estaba profetizando el ministerio de Jesucristo. "Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre," (1 Timoteo 2:5)
En la Práctica
De la manera que Job reconoció que el no podía justificarse así mismo delante de Dios, aunque su vida era justa, así el hombre jamás puede justificarse ante Dios, aun cuando piense que no es tan malo. Pero la maravilla es que tenemos un mediador, que puede tocar a Dios y que puede tocar al hombre, Jesucristo. El es Dios hecho hombre. El es nuestra justicia ante Dios.
En oración
Gracias Señor porque aunque has mirado nuestra incapacidad para vivir de acuerdo a tus estándares, nos has justificado por medio de Jesucristo. Por Jesucristo, amén.
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