Thursday, May 31, 2012

Que Viva el Rey


En la Palabra
Lectura: 2 Crónicas 1, Salmo 72

La lectura de este día es relativamente corta y 2 Crónicas 1 repite 1 Reyes 3. Los dos libros de Crónicas originalmente era uno solo pero después que se tradujo al Griego (Septuaginta, abreviada LXX) se dividió en dos libros. Los libros de Crónicas contienen algunos relatos que complementan los libros de Samuel y de Reyes, sin embargo, el énfasis de estos libros está en las genealogías (como lo vimos en los primeros capítulos de 1 Crónicas) para legitimizar la autoridad levítica y sacerdotal.
El Salmo 72 como dice el ultimo verso (20) son las últimas palabras de David. Aparentemente éste es el último salmo que escribe David antes de morir. David ya había puesto a Salomón como rey por lo que el Salmo comienza con una oración por Salomón (el hijo del rey), pero por lo que se dice en el resto del salmo, podemos darnos cuenta que está hablando del reino del Hijo de David, es decir, de Jesucristo. Cuando leemos este salmo debemos hacerlo con los ojos puestos en Cristo para adorarle y decir como el salmista: “Bendito Jehová Dios, el Dios de Israel, el único que hace maravillas. Bendito su nombre glorioso para siempre, y toda la tierra sea llena de su gloria. Amén y Amén” (v.18-19).

En la Práctica
El Señor Jesús, el Hijo de David, es digno de adorar. Una de las cosas que David habla en este Salmo inspirado por el Espíritu Santo acerca del Mesías es que en él salvará a los hijos de los menesterosos (v.4). La Nueva Versión Internacional dice: “Salvara a los necesitados.” Gracias a Dios porque aunque no me había dado cuenta de mi necesidad de Dios, de mi necesidad de perdón de pecados, de mi necesidad de propósito en la vida, el Señor tuvo misericordia de mi y un día el Hijo de David, el Señor Jesucristo pasó junto a mi y me dijo: “sígueme;”  El perdonó todos mis pecados y me hizo una nueva persona. ¡Como no voy a poder decir como David; “que viva el rey por mil generaciones…que le sirvan todas las naciones”!  El Señor es misericordioso y David dice que el Rey “librará al indigente que pide auxilio, y al pobre que no tiene quien lo ayude. Se compadecerá del desvalido y del necesitado, y a los menesterosos les salvará la vida. ¡Que viva el rey… que todos los días se le bendiga!”

En Oración
Señor te bendigo en este día y cada día de mi vida. Gracias por tu salvación, gracias por librarme del pecado y darme una nueva vida. Como David digo; ¡Que viva el Rey y que tu Nombre sea bendito por siempre…tu eres el único que hace maravillas! Jesucristo es el Rey y Señor, amén.  

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