En la
Palabra
Lectura: 2 Samuel 16-18
En su huida del palacio, David se encontró
con Siba quien había servido a Mefi-boset hijo de Jonathan, pero Mefi-boset en
lugar de salir con el rey David, se quedó en Jerusalén pensando que David
estaba recibiendo justicia por haber tomado el reino que le correspondía a Saúl.
También hubo un hombre, Simei, que salió a maldecirlo llamando a David
sanguinario y perverso además de injuriarlo diciéndole que Dios le quito el
reino que le correspondía a Saúl. Abasai pidió permiso a David para matar a
Simei paro David no se lo permitió pues de alguna manera pensaba que tal vez
Dios lo había mandado. Husai, el consejero de David también quiso ir con el rey
pero David prefirió que se quedara en Jerusalén y servir a Absalón para confundir
el consejo de Ahitofel.
El consejo de Ahitofel a Absalón cuando llegó
a Jerusalén fue de acostarse con las concubinas del rey para que no hubiera
posibilidad de reconciliación y el pueblo lo supiera. Después aconsejó a Absalón
de ir a perseguir a David, encontrarlo cansado y matarlo. Cuando Husai fue
llamado para dar consejo a Absalón confundió el consejo de Ahitofel al decir
que David y sus hombres eran experimentados y que lo mejor sería esperar y
luego salir con todo el pueblo para buscar a David, hacer batalla y
matarlo. Husai dio aviso a David
de los planes de Absalón y los valientes de David se prepararon para la
batalla. David les pidió que no le hicieran daño a Absalón. En la batalla
murieron mas personas por el bosque que por la batalla. El mismo Absalón quedó
colgado del cabello en una encina y Joab lo mató. Ahitofel, al ver que su
consejo no había sido considerado se ahorcó. Cuando David se enteró de la
muerte de su hijo, lloró amargamente por el.
En la Práctica
Este pasaje nos habla acerca del principio
que Dios resiste al soberbio y da gracia al humilde. Absalón actuó de una
manera soberbia al hacer todo tipo de artimañas para ganar al pueblo para después
rebelarse contra David. Su deseo de tomar el trono de David fue guiado por la
vanidad. Recordemos que la caída de Satanás, el querubín perfecto, fue por
querer usurpar el trono de Dios. La caída del hombre fue por querer llegar a
ser como Dios, en otras palabra sentarse en el trono de su vida. (Esta actitud
es la clásica “yo creo en Dios a mi manera.” Esto es lo mismo que decir “yo
mismo soy Dios, yo pongo las reglas”). La manera de actuar de David fue completamente lo contrario,
salió del palacio humillado, aceptó los insultos que le hicieron. Mefi-boset,
que recibió misericordia de David, se volteó contra David y perdió las
bendiciones que David le había otorgado.
¿Qué clase de actitud de estos personajes te
refleja? ¿La de David de humildad, aceptando aún los insultos (como la de
Cristo)? ¿La de Absalón, llena de soberbia queriendo usurpar un lugar que no le
correspondía? ¿La de Mefi-boset, que le dio la espalda al que le dio misericordia?
En Oración
Señor, gracias por enseñarme de una manera
clara las actitudes que puede haber en mi corazón. Te pido que puedas encontrar
humildad y que este dispuesto a caminar de acuerdo a tu Palabra, por
Jesucristo, amén.
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