En la
Palabra
Lectura: Salmo 3-4, 12-13, 28 y 55
El Salmo 3 habla de la confianza y seguridad
que se puede encontrar en el Señor aún en medio de aflicción. David escribió
este Salmo cuando huía del palacio por la insurrección de su hijo Absalón. El
salmo 4 es una exhortación a los hijos de los hombres, es decir al ser humano
en su condición pecaminosa, por deshonrar a Dios y amando la vanidad y la
mentira. En lugar de ser soberbios, David llama a los hombres a ser humildes
delante de Dios, confiar en él y experimentar su paz. En el Salmo 12 David se
queja con Dios de la infidelidad de los hombres (tal vez refiriéndose a la
rebelión de su propio hijo y los que lo seguían). En contraste a las palabras
lisonjeras (falsas) de los hombre, la Palabra de Dios es limpia. El Salmo 13
David en su aflicción le pregunta a Dios que hasta cuando permitirá que su enemigo se enaltezca sobre de el, sin
embargo, seguirá confiando en el Señor y cantando por el bien que Jehová le ha
hecho. El Salmo 28 es un salmo de victoria y de confianza; David permanecerá
confiando en su Roca pero a los malos Dios traerá juicio. El Salmo 55 el
escritor, aparentemente David, le pide a Dios que le muestre su favor porque
aún los que eran íntimos de él se han levantado en su contra. Tal vez se refiera
a Ahitofel, el consejero de confianza de David quien se rebeló contra David
sirviendo a Absalón. David pide que Dios confunda su consejo, como lo hace en
este salmo (v. 9). El Salmo termina con la confianza de que Dios manifestará su
favor.
En la Práctica
Cada una de las experiencias que relatan
estos salmos son las que experimentamos en nuestra vida. Nos podemos
identificar en varias situaciones similares y hacemos bien en acudir al Señor
con nuestras aflicciones o alegrías, necesidades o bendiciones y darle la
gloria a Dios en todo. ¿Te imaginas a David huyendo del palacio en humillación,
montado en su burro, con la cabeza cubierta y sus pies descalzos, dolido por la
traición de su propio hijo y cantando el Salmo 3? En medio de su aflicción
podía acostarse y dormir sabiendo que Dios lo sustentaba. ¿Cómo esta tu
confianza en el Señor que aún en medio de la aflicción puedes dormir en paz con
la seguridad que Dios te sustenta?
En medio de nuestras aflicciones podemos
decir como el salmista:
3
Mira, respóndeme, oh Jehová Dios mío;
Alumbra
mis ojos, para que no duerma de muerte;
4
Para que no diga mi enemigo: Lo vencí.
Mis
enemigos se alegrarían, si yo resbalara.
5
Mas yo en tu misericordia he confiado;
Mi
corazón se alegrará en tu salvación.
6
Cantaré a Jehová,
Porque
me ha hecho bien.
En Oración
Señor, nuca prometiste que no pasaríamos por
tiempos difíciles, al contrario tu Palabra dice: “en el mundo tendréis aflicción,
pero confiad, yo he vencido al mundo.” Gracias por tu victoria y ayúdame a
confiar en ti en todo tiempo por Jesucristo, amén.
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