En la Palabra
Lectura: Salmo 25, 29, 33, 39
David le pide al Señor protección para que no
sea avergonzado delante de sus enemigos aunque sabe que ninguno que confíe en
el Señor será confundido. David también pide dirección: “muéstrame Jehová tus
caminos y enséñame tus sendas…” y agradece que la misericordia del Señor ha
perdonado sus pecados.
El Señor es digno de que se le de alabanza y
esto el salmista exhorta al pueblo a dar a Jehová la alabanza debida a su
nombre. Los justos se pueden alegrar y porque entre los íntegros es hermosa la
alabanza.
La misericordia de Jehová es hermosa y por
ello los hombres se amparan bajo la sombra de su misericordia.
El salmista pide al Señor que le haga saber
cuán corta es la vida y que le muestre su fragilidad. El salmista se da cuenta
que la vida es vanidad hasta que la persona espera en el Señor.
En la Práctica
¿Qué necesitas este día del Señor; sabiduría,
dirección, protección? Todas estas cosas las podemos encontrar en el Señor. El
salmista le pide a Dios que le muestre sus caminos y le enseñe sus sendas. Esta
puede ser también nuestra oración cada día. El propósito de Dios para nuestra
vida, la razón de nuestra existencia, es poder conocer a Dios y alabarlo por
quien es El. Nada tiene sentido fuera de Dios. Rick Warren en su libro Una Vida con Propósito cita al famoso
ateo Bertrand Russel quien dijo: “A menos que se de por hecho la existencia de
Dios, la búsqueda del propósito de vivir no tiene sentido.” El salmista le pide
al Señor que le haga ver cuán frágil es su vida. A veces nuestra soberbia nos
hace sentir invencibles, puede ser que no sea la soberbia pero entonces es la
ignorancia. Personalmente he experimentado las dos, soberbia e ignorancia pues
hubo un tiempo en mi vida que pensaba que todo lo podía, que yo mismo era
suficiente para todo; hasta que el amor de Jesucristo por mi me alcanzó y me
enseñó que mi vida depende de El. Una vez conocí a una persona que dijo: “yo
solo creo en mi y en lo que tengo en mi billetera.”
Si tu vida no tiene propósito, si te sientes
vacío, te puedes abrigar bajo la sombra de la misericordia de Dios. Esa sombra
tiene la forma de una cruz; ahí podemos encontrar perdón y vida eterna y con el
salmista podemos decir; “entre los íntegros es hermosa la alabanza.”
En Oración
Bendito Dios, yo se que nos soy digno de
estar en tu presencia pero tu misericordia y tu gracia me han justificado.
Ahora puedo venir a ti en el Nombre de Jesucristo y adorarte en te presencia.
Puedo experimentar que entre los íntegros es hermosa la alabanza. Por
Jesucristo, amén.
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