En la Palabra
Lectura: Salmo 131, 138-139, 143 -145
El salmista declara su sencillez como si
fuera la de un niño y exhorta a Israel a esperar en Dios. En el salmo 138, el
salmista alba al Señor por su misericordia y su verdad además que reconoce que
todos los reyes de la tierra adorarán a Dios porque han oído los dichos de su
boca. El salmista concluye este
canto declarando que Jehová cumplirá su propósito en él. El salmo 139 es una
alabanza maravillosa que hace reflexionar al lector en la omnipresencia de
Dios, es decir, que Dios está en toda partes además de que Dios tiene un
propósito en cada ser creado. En el salmo 143 el salmista clama a Dios y le
pide que no entre en juicio con él porque no se puede justificar, al contrario
pide que el Señor lo rescate de sus enemigos. Termina con unas palabras
preciosas de promesa: “Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios; tu
buen espíritu me guíe a tierra de rectitud. Por tu nombre, oh Jehová, me
vivificarás; por tu justicia sacarás mi alma de angustia. Y por tu misericordia
disiparás a mis enemigos, y destruirás a todos los adversarios de mi alma, porque
yo soy tu siervo” (v. 10-12). El Salmo 145 es una declaración de que en Jehová
tenemos la victoria; El es el que nos prepara para la batalla, pero además
declara una bendición sobre la nación cuyo Dios es Jehová. Finalmente el Salmo
145 es una alabanza a Dios por muchas de sus bendiciones. El salmista exhorta a
todos a bendecir al Señor eternamente y para siempre.
En la Práctica
Uno de mis salmos favoritos es el Salmo 138
es un canto de alabanza a Dios que surge del corazón por su misericordia y su fidelidad,
porque su Nombre y su Palabra son engrandecidas sobre todas las cosas. El Señor
ayuda a los que se encuentran en medio de la angustia y los vivifica. La
promesa maravillosa que habla la Palabra es que Dios cumplirá su propósito en
mi y El no va a desamparar la obra de sus manos. ¡Que promesa tan maravillosa!
Dios es soberano, es amoroso y misericordioso. Cuando su misericordia te ha
alcanzado, su Espíritu te transforma y Dios comienza una obra maravillosa en
nuestro corazón que El no va a abandonar. Aunque el pueblo de Israel se rebeló
en el desierto y Dios los pudo haber abandonado, su fidelidad y amor los llevó
a la Tierra Prometida, claro, les tomó 40 años en lugar de 11 días. Dios va a
cumplir su propósito en ti, la pregunta es: ¿Cuán dócil y obediente serás a su
Palabra?
Otra promesa maravillosa de Dios es que
cuando clamamos el nos saca de la angustia, disipa a tus enemigos. ¡Que
maravilloso es nuestro Dios!
En Oración
¡Cuán maravilloso eres Señor! Gracias por
todas tus bendiciones, por tu paciencia para conmigo. Gracias por tu fidelidad
y porque tu amor me saca de la angustia y porque tu cumplirás tu propósito en
mi. Ayúdame a ser sabio para andar en tus caminos, como el salmista: “enséñame
a hacer tu voluntad, porque tu eres mi Dios,” por Jesucristo tu Hijo, amén.
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