Friday, May 11, 2012

La Alabanza que Agrada a Dios

 
En la Palabra
Lectura: Salmos 65-67, 69-70

En el salmo 65 escritor alaba a Dios reconociendo su bondad al perdonar las iniquidades y rebeliones. El autor dice: “Bienaventurado el que tú escogieres y atrajeres a ti, para que habite en tus atrios; seremos saciados del bien de tu casa, de tu santo templo” (v.4). Dios es quien hace que toda la tierra produzca abundancia.
El Salmo 66 es una invitación a todos los habitantes de la tierra para adorar al Señor por sus maravillosas obras haciendo mención a los hechos del paso del Mar Rojo y el Río Jordán y aunque Dios los probó pasándolos por fuego y por agua pero los sostuvo y finalmente resultó en abundancia.
El salmo 67 es igualmente una invitación a alabar a Dios porque Dios juzgara a los pueblos con justicia y los pastoreará.
En el salmo 69 el autor (aparentemente David) pide al Señor que lo rescate, su experiencia ha sido terrible, sus enemigos se han multiplicado por el amor a Dios ha sufrido afrentas y el celo por la casa de Dios lo consume. Tal era la aflicción que estaba pasando que ya se había convertido en una historia para burlarse, sin embargo, el escritor alaba al Señor con canto; y eso es mejor que ofrecer sacrificios (v.30-31). En el salmo 70 el autor clama por liberación de la aflicción reconociendo que Dios rescata.

En la Práctica
¿Por qué puedes alabar a Dios este día? ¿Has sido afligido? Seguramente has pasado por la experiencia de ser afligido. A veces la aflicción sucede por cosas en las cuales no tenemos control, como enfermedad o dificultad económica; pero hay otras en que nuestras malas decisiones nos llevan a pasar por tiempos difíciles. Si este es el caso es necesario pedir perdón a Dios. Sin embargo, cualquiera que sea la causa de la aflicción, la presencia de Dios y sus promesas son las que nos sostienen durante ese tiempo. El salmista hace una declaración muy interesante: ““Bienaventurado el que tú escogieres y atrajeres a ti, para que habite en tus atrios; seremos saciados del bien de tu casa, de tu santo templo” (v.4). Dios te invita a entrar a su presencia para que el sacie de bien. La alabanza es un instrumento poderoso para aliviar la aflicción: En al salmo 69, el escritor canta de su aflicción y llega a decir los siguiente:

30 Alabaré yo el nombre de Dios con cántico,
Lo exaltaré con alabanza.
31 Y agradará a Jehová más que sacrificio de buey,
O becerro que tiene cuernos y pezuñas;
32 Lo verán los oprimidos, y se gozarán.
Buscad a Dios, y vivirá vuestro corazón,

En Oración
Señor recibe alabanza este día. Gracias porque tu eres Todopoderosos y tienes control de todas las cosas. Gracias porque has abierto el acceso a tu presencia por “el camino nuevo y vivo que Cristo nos abrió…” Bendito seas por Jesucristo, amén

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