En la Palabra
Lectura: 2 Samuel 22-23; Salmo 57
David escribió el Salmo 18 después de una de las experiencias más terribles
de su vida cuando el rey Saúl lo quería matar y lo perseguía constantemente con
su ejército. David, una y otra vez, pudo ver la mano de Dios librándolo de toda
amenaza. Ahora, después de muchos años y seguramente en medio de las
experiencias terribles que estaba pasando con su familia, incesto, asesinato,
rebelión y muerte, David canta aquel Salmo que de joven compuso hablando del
refugio que Dios ha sido para él y de los triunfos que le ha dado en medio de
la adversidad.
Una de las cosas que David medita es en la Palabra que Dios le ha
hablado de que habría un justo que gobernaría a los hombres en el temor de
Dios. El Señor le dijo: “Será como la luz de la mañana, como el resplandor del
sol en una mañana sin nubes, como la lluvia que hacer brotar la hierba de la
tierra.” (2 Sam.22:4) Estas palabras indudablemente están hablando de Jesús el
Mesías.
El escritor de 2 Samuel hace una lista de los valientes de David,
comenzando con los tres (creo que son: Joseb-basebet (Adino), Eleazar hijo de
Dodo y Sama hijo de Age. Después menciona a los treinta de los cuales Abisaim hermano
de Joab, era el capitán. También menciona algunos otros nombres como Benanía,
Asael (hermano de Joab), Elhanan hijo de Dodo (seguramente hermano de Eleazar –
uno de los tres), Sama, Elica, Heles, Ira hijo de Iques, Abiezer, Mebunai, Salmón,
Maharai, Heleb, Itai, Benanía, Hadai, Abi-alabón, Azmavet, Eliba, Jonatán hijo
de Jasén, Sama, Ahíam, elifelet, Eliam, Hezrai, Igal, Bani, Selec, Naharai,
Ira, Gareb, Urías (a quien David traicionó mandándolo matar para estar con
Betsabé).
En la Práctica
Recordando…¡Cuántas veces se nos olvida los eventos importantes en
nuestra vida! Se dice que la memoria es aquello que le dice a los esposos que
el cumpleaños de su esposa fue ayer. David con el canto del Salmo 18 recuerda
la fidelidad de Dios en tiempos pasados para que le pueda fortalecer en el
tiempo presente. No hay nada mas confortante en medio de la aflicción que poder
decir: “Jehová es mi roca y mi fortaleza, y mi libertador, Dios mío, fortaleza
mía, en él confiaré…” (2 Sam. 22:2-3) Hace unos días escuché una alabanza que
me hizo recordar de una manera maravillosa el amor de Dios por mi: “Me has
tomado en tus brazos y me has dado salvación, de tu amor has derramado en mi
corazón…En la cruz diste tu vida entregaste todo ahí, vida eterna regalaste al
morir…” ¡Que bello es recordar lo que Dios ha hecho por nosotros!
Una enseñanza maravillosa que también podemos aprender de este pasaje es
la lista de nombres de los valientes de David. ¿Está tu nombre escrito entre
los tres, entre los treinta o entre alguno de los valientes de David? Todos
necesitamos hermanos y hermanas fieles en el ministerio que sean valientes y
que hagan proezas para el reino del Señor. Dios no se olvida de la obra que
cada uno de nosotros mostramos. (1 Co. 15:58, Heb, 6:10)
¡Estemos firmes y constates, sabiendo que nuestro trabajo en el Señor no
es en vano!
En Oración
Gracias Señor por ser mi roca, mi fortaleza, mi libertad. Gracias que en
todo momento puedo confiar en ti. Ayúdame a seguir adelante en tu caminos y en
la obra que mes has puesto para tu gloria, en el nombre de Jesús, amén.
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