Saturday, May 19, 2012

Transformado por el Espíritu


En la Palabra
Lectura: salmo 26, 40,  61-62, 64

El salmista comienza el salmo 26 de una manera muy peculiar, declarando su integridad, pero al mismo tiempo dice que ha confiado en Jehová sin dudar. Describe también algunas actitudes por las cuales puede decir que ha estado en integridad, una de ellas es que ama habitar en su casa.
El salmo 40 es un maravilloso testimonio de la salvación de Dios. El salmista dice que al esperar pacientemente en Jehová, El lo sacó del foso de desesperación, lo afirmó y puso un canto nuevo en su boca. Todos lo que ven ese cambio alabarán a Dios.
En el Salmo 58 el autor comienza preguntando a la congregación si realmente ha seguido la justicia. El autor sin embargo, contesta la pregunta diciendo que en el corazón maquinan iniquidades y tienen veneno como de serpiente. El salmista pide a Dios que haga justicia.
El Salmo 61 es un canto de confianza donde el salmista ha clamado al Señor y ha experimentado el refugio y la seguridad en Dios. En salmo 62 continúa con el tema de la confianza y el autor exhorta al lector en confiar en el Señor en lugar de confiar en los hombres, porque los hombres aunque bendicen con la boca, maldicen en su corazón.
El Salmo 64 es una reprensión (o reflexión) de aquellos que usan sus bocas con maldad, finalmente Dios hará justicia y sus propias lenguas los harán caer.

En la Práctica
El tema que históricamente trajo la reforma en la iglesia fue la doctrina de la salvación, es decir, cómo es justificado el hombre delante de Dios. Generalmente se cree que es a través de hacer buenas obras, de portarse bien, de seguir los mandamientos y de no hacer cosas malas. Algunos piensan que Dios pondrá las cosas buenas y las malas que hayan hecho en una balanza y la que pese más dará el destino. Sin embargo, la Biblia habla de que la salvación no es por lo que hacemos o dejamos de hacer; la salvación es un regalo de Dios y aunque a nosotros no nos cuesta (sino creer), a Dios le costó sacrificar a su Hijo Jesucristo en la cruz. Jesucristo pagó en la cruz la deuda que nosotros teníamos. El salmista en el salmo 26 que el ha vivido integro delante de Dios pero su integridad es en base a la fe en Jehová (v.1) La verdadera fe produce una transformación de vida que lleva a la persona a vivir de una manera que agrada a Dios. ¿En que o en quién estas confiando para tu salvación? La misericordia y la gracia de Dios saca a las personas del foso del lodo. Dios NO pide que primero seamos dignos para ayudarnos. Dios muestra su amor para nosotros en que siendo aun pecadores, Cristo murió por nosotros.

En Oración
Gracias Señor por tu misericordia, porque aunque tu conocías mi pecado y mi vergüenza así me has amado y enviaste a Jesucristo para salvarme. Gracias por tu perdón y la vida nueva que me has dado. Recibe la gloria en el nombre de Jesucristo, amén.

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