En la Palabra
Lectura: 1 Samuel 25-27
Samuel muere y es sepultado en Rama y todo el pueblo de Israel lloró por Samuel. David pidió ayuda a un hombre llamado Nabal. Sin embargo Nabal le negó la ayuda aún cuando David y sus hombres protegían a los pastores y ovejas de Nabal. La respuesta de Nabal, cuyo nombre quiere decir insensato, fue que ni siquiera conocía David y que muchos siervos huían de sus amos. David y sus hombres iban a atacar a Nabal pero su esposa, Abigail, salió a encontrarse con David y le llevó ayuda y pidió que perdonara a Nabal. David alabó a Abigail por su sabiduría y por evitar que cobrara venganza por su propia mano. A los pocos días Nabal murió y David pidió a Abigail por esposa.
Una vez más Saúl persigue a David para matarlo, aunque había confesado que había hecho mal al perseguirlo. David tiene la oportunidad de matarlo y acabar con su sufrimiento que ya llevaba por varios años, sin embargo no levantó su mano contra el ungido de Dios. (Saúl aún representaba al ungido de Dios y solo Dios lo quitaría en su tiempo). Finalmente David y su familia junto con sus seiscientos hombres y huye a la tierra de los filisteos y sólo así Saúl dejó de perseguirlos.
En la Práctica
La Biblia dice que la mujer sabia edifica su casa, mas la necia con sus manos la destruye. Nabal, que era un insensato fue bendecido con una mujer sabia y tal vez en su insensatez nunca se dio cuenta de la bendición que tenía en su esposa. Si eres un varón casado es importante que te des cuenta de la gran bendición que Dios te ha dado en tu esposa. ¿Cuándo fue la última vez que le diste las gracias por lo que hace en tu casa y con tus hijos? Si eres mujer; ¿estas siendo una mujer sabia que edificas tu casa? ¡Dios te ha dado capacidades únicas para su gloria! ¡Tu puedes ser la mujer virtuosa de Proverbios 31, no dejes que el enemigo te haga creer otra cosa! Confiesa las promesas de Dios.
Una de las más grandes lecciones que he aprendido en mi vida es nunca hablar en contra de la autoridad. “De modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí mismos” (Romanos 13:2). Lo que mas daña a una congregación es hablar mal del pastor o de sus líderes. ¿Sabes que el pastor es humano y como humano tiene muchos errores? Si tienes algo en contra de tu pastor o de tus líderes, habla con ellos. Mira la actitud de un hombre conforme al corazón de Dios; aún que Saúl estaba equivocado, fue desechado, se comportaba neciamente y David era el rey ungido, David nunca levantó su mano en contra de Saúl. Sabía que Dios lo había puesto por rey y Dios era el único que lo podía quitar.
David respondió a Abisai: No le mates; porque ¿quién extenderá su mano contra el ungido de Jehová, y será inocente? Dijo además David: Vive Jehová, que si Jehová no lo hiriere, o su día llegue para que muera, o descendiendo en batalla perezca, guárdeme Jehová de extender mi mano contra el ungido de Jehová. (1 Sam. 26:9-11)
Aun con Nabal, su primera reacción fue de vengarse; pero la venganza es del Señor, la disciplina es del Señor. No traigas para ti mismo condenación (Rom. 13:2).
Te recomiendo que leas un pequeño libro que se llama Perfil de Tres Monarcas, de Gene Edwars. Aprenderás lecciones maravillosas de la vida de Saúl, David y Absalón.
En Oración
Padre, gracias por tu Palabra y porque tú estás en control de todas las cosas. Te agradezco por la esposa que me has dado, porque es una mujer sabia y que aconseja constantemente. Ayúdame a ser un hombre conforme a tu corazón, como lo fue David. En Jesucristo, amén.
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