En la Palabra
Lectura: Salmos 121,123-125, 128
En estos cortos salmos David canta acerca de la manera en que ha experimentado a Dios en su propia vida en las circunstancias por la que ha atravesado. En el Salmo 121 David habla de Dios como su guardador. En el Salmo 123 como el que responde al levantar los ojos a El. En el Salmo 124 es el Dios que está con nosotros y nos ayuda. El Salmo 125 David experimentó a Jehová como un monte (un lugar firme y estable) y al esperar en él, David podía estar firme, como un monte. En el Salmo 128 habla de cómo un hombre es dichoso y feliz cuando teme a Jehová, será bendecido en su trabajo y en su casa. Su esposa será una mujer que lleva fruto y sus hijos serán una bendición, aún verá a sus nietos. En el Salmo 129, David habla de Jehová como un juez justo que hará justicia a los que le aborrecen y en el Salmo 130 habla de la misericordia de Dios, el perdón y de la redención que ofrece.
En la Práctica
En cada experiencia de nuestra vida podemos experimentar a Dios. David era un hombre que desde su juventud aprendió a temer a Dios. Me imagino que cuando David era un adolescente y tenía la gran responsabilidad de cuidar las ovejas, fue un tiempo de total dependencia de Dios. Cuando enfrentó al gigante Goliat lo que le dice a Saúl es que Dios lo ha librado del oso y del león y que una vez lo librará. Esa dependencia a Dios lo llevó a experimentar la presencia y el poder de Dios en su vida. Durante el tiempo de aflicción David seguía dependiendo de Dios y buscándole y lo maravilloso es que en lugar de quejarse y cuestionara a Dios el por qué le permitía pasar por esas experiencias, David alababa a Dios por su presencia. Todos nosotros pasamos por experiencias difíciles; lo que hace la diferencia en nuestra vida en relación a Dios es si cuestionamos a Dios por nuestras dificultades o si buscamos a Dios para ser fortalecidos. Si cuestionas a Dios, no aprenderás mas que resentimiento y frustración. Si buscas a Dios aprenderás a experimentar su presencia, su poder y su liberación.
El Salmo 128 tiene un gran significado para mi. Mi abuela materna le regaló a mis papás un cuadro de madera con el Salmo 128:3 cuando se casaron. De niño recuerdo leerlo continuamente porque estaba en el comedor de la casa. Cuando conocimos a Jesucristo como nuestro Salvador personal, mi papá un día nos hizo notar que esa palabra se había cumplido en nuestro hogar; “Tu mujer será como vid que lleva fruto a los lados de tu casa; Tus hijos como plantas de olivo alrededor de tu mesa.” Esta palabra se cumple ahora en mi casa también. ¡Gloria a Dios!
En Oración
Gracias Señor por poder experimentarte en cada circunstancia de mi vida y porque en cada una de ellas me enseñas tu carácter, tu poder y tu liberación. Gracias porque tu Palabra se cumple en mi vida, bendito seas Señor, por Jesucristo, amén.
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