En la Palabra
1 Samuel 15-17
Samuel le dio a Saúl una orden de parte de Dios de destruir a los amalecitas por lo que hicieron con el pueblo de Israel cuando salieron de Egipto. Saúl debía destruir completamente a Amalec y no dejar nada. Saúl y su ejército derrotaron a Amalec pero dejaron vivo a rey Agag y lo mejor del ganado. El Señor le dijo a Samuel que le pesaba haber puesto por rey a Saúl porque se había apartado de El. Samuel fue a ver a Saúl el cual salió y dijo “vive Jehová que he hecho todo lo que Dios me dijo.” Samuel lo confrontó por haber perdonado al ganado y a Agag. Saúl dijo que fue el pueblo que lo hizo para ofrecer sacrificios a Dios. Samuel le dijo a Saúl que la desobediencia es como el pecado de adivinación y como idolatría, por ello Dios lo desechaba como rey y entregaría el reino a otro.
Samuel lloraba por Saúl pero Dios le dijo que dejara de llorar, se levantara llenara su cuerno de aceite y fuer a Isaí en Belén porque se había provisto de rey. Samuel veía la apariencia de los hijos de Isaí y pensaba que ellos eran, pero Dios le dijo que no viera lo externo, Dios mira el corazón, así Dios eligió a David, el más pequeño de los hijos de Isaí.
El pueblo de Israel salió a pelear con los filisteos quienes tenían de paladín a un gigante llamado Goliat y todo Israel desfallecía de temor. David fue a llevarle alimentos a sus hermanos quienes peleaban en el ejercito. David confiando en que Dios le había librado de los osos y los leones cuando cuidaba de las ovejas lo libraría del gigante. David derrotó a Goliat con una piedra y después lo terminó cortándole la cabeza.
En la Práctica
En este pasaje hay muchísimas enseñanzas. La obediencia parcial de Saúl es realmente desobediencia. La justificación de ofrecer sacrificios sin obedecer es como pecado de idolatría. No obeder es rebelión. Cuando Dios te da una instrucción, no hay otra cosa que hacer sino obedecer.
Otra enseñanza es que en lugar de llorar por nuestros anhelos frustrados (el lamento de Samuel porque Dios desechó a Saúl), debemos levantarnos y llenar nuestro cuerno de aceite (el aceite muchas veces en las Escrituras es un símbolo del Espíritu). Si has fracasado en algún área de tu vida, levántate y ve al Señor a llenarte de su Espíritu. Dios no ha terminado su obra en ti. Lo que El comienza, El también lo términa. Dios no va a abandonar su obra.
Otra enseñanza es la experiencia de David con Dios. David había experimentado a Dios cuando confiaba en El cuidando las ovejas de su padre. Muchas veces vio como Dios es fiel y lo libró del oso y del león. Cuando somos fieles en lo que a nosotros nos parece poco, Dios nos va a dar la victoria también en lo mucho. No creas que participar en le iglesia infantil, o escuela dominical es un trabajo para otros, porque Dios tiene planes mayores para ti. Alguna vez escuché a un predicador que dijo: “si eres muy grande para predicar en una iglesia chicha, eres muy chico para predicar en una iglesia grande.” ¿Cuáles son aquellas cosas “pequeñas” a tus ojos pero que revelan tu carácter ante Dios?
En Oración
Gracias Señor por tanta riqueza en tu Palabra y por cada una de estas enseñanzas. Ayúdame a ponerlas por obra en mi vida. La única manera de ser obediente es siendo obediente. Por Jesucristo, Amén
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