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En la Palabra
Lectura: Exodo 7-9
Dios envía a Moisés al faraón con el mandato claro de dejar libre al pueblo de Israel para que fuera a adorar a Dios. Sin embargo, Dios le advierte a Moisés que el Señor mismo endurecería el corazón de faraón para que el pueblo de Israel supiera que Dios es poderoso, que hace milagros, y al mismo tiempo para que los pobladores de Egipto conocieran que el Señor es Jehová (7:3-5).
Moisés y Aarón fueron delante del faraón y Aarón echó su vara la cual se convirtió en serpiente. Pero faraón lo ignoró trayendo a los hechiceros de Egipto e hicieron lo mismo, sin embargo la serpiente de Aarón devoró a las serpientes de los hechiceros.
En estos capítulos (7-9) se encuentran 6 de las 10 famosas plagas de Egitpo.
1. Convertir el río en sangre. Moisés mandó a Aarón levantar la vara sobre el río y se convirtió en sangre. Los hechiceros de Egipto hicieron lo mismo y faraón ignoró lo sucedido.
2. Las ranas. Toda la tierra de Egipto se llenó de ranas. Los hechiceros hicieron lo mismo aunque esta vez faraón le pidió a Moisés que orara para quitar las ranas. Moisés oró y Dios quitó las ranas. El faraón entonces endureció su corazón.
3. Aarón golpeó el polvo de la tierra y se convirtió en piojos en todo Egipto. Los hechiceros hicieron lo mismo, pero esta vez dijeron a faraón que lo que hacía Moisés y Aarón era por la mano de Dios. El corazón de faraón se endureció.
4. Dios hizo que la tierra de Egipto se llenara de moscas, excepto la tierra de Gosén donde habitaban los israelitas. Faraón llamó a Moisés y les dijo que ofrecieran sacrificio a Jehová en la tierra de Egipto. Pero eso no era lo que Dios quería, necesitaban salir de Egipto. Faraón accedió a dejarlos ir pero pidió que se quitaran las moscas. Una vez que Moisés oró, Dios quitó las moscas. Faraón endureció su corazón.
5. El ganado de Egipto murió mas no así el ganado de los israelitas. Faraón vio esto y endureció su corazón.
6. El granizo que mandó el Señor destruyó toda la hierba y árboles de la tierra. Fue un espectáculo que causaba gran temor. Faraón pidió que Moisés orara y que los dejaría ir. Moisés lo hizo y cuando cesó la tormenta, faraón endureció su corazón
En la Práctica
¿Qué podemos aprender de este pasaje? Varias cosas, en primer lugar la dureza del corazón del hombre. Como faraón, los hombres endurecemos nuestro corazón porque queremos ser nuestros propios dioses. La famosa frase: “yo creo en dios a mi manera” es una forma engañosa de decir: “yo soy mi propio dios.” Esto refleja un corazón endurecido a Dios.
Por otro lado, esta historia también nos enseña que la obediencia a medias no es obediencia. Si después de la 4ª plaga el faraón dijo; “esta bien ofrezcan sacrificio a Dios aquí en la tierra” tal vez hubiera sonado atractivo para Moisés, después de todo era mas sencillo dejar de pelear contra faraón y hacer sacrificio a Dios. Pero eso no era lo que Dios quería, tenía que salir todo el pueblo a tres días de camino y ahí ofrecer sacrificio. ¿Estoy haciendo la voluntad de Dios completamente o a medias? Si es a medias, no es la voluntad de Dios. No te quedes en Egipto a ofrecer sacrificios. No te conformes a quedarte en el mundo pensando que estas agradando a Dios. Sal de Egipto y agrada completamente a Dios.
En Oración
Gracias Señor por el poder y la instrucción de tu Palabra, te pido que me des sabiduría para distinguir si estoy en el “Egipto” ofreciendo sacrificios o si he salido de Egipto para adorarte como tu lo pides. Te lo pido por Jesucristo, amén.
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