¡Al Fin Libre!

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Para ver las predicas del pastor Alex: http://apexbaptist.org/#/en-espaol/videos

En la Palabra

Lectura: Éxodo 10-12

El Señor manda las últimas tres plagas a Egipto:

8.     Las langostas –saltamontes. - El faraón dice a Moisés que pueden ir solo los varones a adorar a Dios. El Señor le dice a Moisés que extienda su mano y la tierra se llenó de langostas las cuales devoraron toda la hierba verde. Farón le pide a Moisés para que quite las langostas, pero cuando las langostas fueron quitadas, faraón endureció su corazón.

9.     Dios le dijo a Moisés que extendiera su mano sobre Egipto y vinieron tinieblas sobre la tierra. Farón concedió que el pueblo fuera pero dejaran su ganado. Moisés se negó, debían salir todos. Faraón endureció su corazón.

10.  La muerte de los primogénitos. Dios habló a Moisés para que anunciara a faraón la muerte de todos los hijos mayores de Egipto, tanto de hombres como de animales.

Para esta última plaga, el pueblo de Israel debía prepararse con el sacrificio de un cordero de un año sin defecto. La sangre de cordero la debían poner en marcos de las puertas y las ventanas como señal. Cuando la muerte pasara por las casas y viera la sangre pasaría sin causar mortandad. Esto fue el establecimiento de pascua.

Finalmente con la plaga de la muerte del primogénito faraón deja ir al pueblo con sus animales y todo. Aún los mismos egipcios les daban joyas y oro y apuraban a los israelitas para que salieran de Egipto pues temían por su vidas.  Los israelitas pasaron 430 años en Egipto.

En la Práctica

Este pasaje contiene una de las mas extraordinarias enseñanzas acerca de la salvación de Dios. Un cordeo sin mancha fue sacrificado para que el pueblo de Israel no muriera y pudieran ser liberados de Egipto. En el Nuevo Testamento, el apóstol Pablo dice que Jesucristo, nuestra pascua, fue ya sacrificada por nosotros. Toda persona que cree en Jesucristo y le hace el Señor y Salvador de su vida, es lavada por la sangre de Jesucristo y recibe la marca (o el sello) del Espíritu Santo. Ya no hay condenación para el que está en Cristo, ha sido librado de la esclavitud al pecado.

”Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado… Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.” (Juan 8:35,37)

¿Cuánto tiempo has servido al pecado? No te gustaría experimentar la libertad. Muchas veces me preguntan que si no me gusta tomar, que si mi religión me lo prohíbe. Mi respuesta es, no tengo religión, tengo una relación con Dios por medio de Jesucristo. Aunque si me gusta tomar, ahora soy libre para elegir y decido hacer lo que honra a Dios. ¡Gracias Señor!

En Oración

Gracias Señor Jesús porque por medio de tu sacrifico me has librado de la esclavitud al pecado. Ahora tengo libertad para elegir y he decidido no vivir la vida que me has dado para servir al pecado sino para servir al Dios vivo. En Cristo te agradezco, amén.