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En la Palabra
Lectura: Levítico
El momento llegó para que Moisés consagrara a los sacerdotes. Ese debió haber sido un momento sumamente especial. Llamó a la congregación, lavó con agua a Aarón y sus hijos, les puso las vestiduras sacerdotales y luego hizo el sacrificio de la expiación, el sacrificio de las consagraciones y la ofenda mecida ante Jehová, esperando 7 días en la puerta del tabernáculo día y noche conforme a los días de consagración. Todo conforme a lo que Dios estableció. Al octavo día Moisés dio instrucciones a Aarón y sus hijos para ofrecer sacrificios, de expiación, holocausto, ofrenda de paz y una ofrenda de cereal. Moisés les dijo que al hacerlo, la gloria de Jehová se aparecería. Cuando Aarón lo hizo salio fuego de la presencia de Jehová y quemó los sacrificios que estaban sobre el altar de bronce. Además la gloria de Jehová apareció sobre todo el pueblo el cual adoró a Dios.Y salió fuego de delante de Jehová, y consumió el holocausto con las grosuras sobre el altar; y viéndolo todo el pueblo, alabaron, y se postraron sobre sus rostros. (9:24)
Sin embargo, en medio del asombro por la presencia de la gloria de Dios, Nadab y Abiú, hijos de Aarón, ofrecieron en su incensario fuego extraño que Dios no había pedido, por lo tanto murieron.
En la Práctica
¡Que contraste tan terrible! En medio de una ceremonia tan sublime, tan especial donde los sacerdotes fueron envestidos con las vestiduras sacerdotales, fueron ungidos y consagrados a Dios. Después de haber hecho todo conforme a lo que mandó el Señor y ver su gloria descender sobre el campamento, Nadab y Abiú se les ocurre ofrecer fuego extraño en sus incensarios. Ese fuego no lo mandó el Señor y por lo tanto murieron delante de la presencia de Dios. El Señor quería mostrar de una manera objetiva la seriedad de sus preceptos para que el pueblo aprendiera a temerle.
Nosotros podemos aprender mucho de esta historia. No podemos acercarnos a Dios conforme a nuestros propios medios, ritos, sacrificios o lo que sea. Dios ha establecido la manera de acercarnos a El; si no lo hacemos así, Dios no se agrada.
El único medio de acercarnos a Dios es por medio de Jesucristo(1 Tim. 2:5); no hay otro mediador o mediadores. No hay otra manera de salvarnos fuera de Cristo (Hechos 4:12). Necesitamos estar atentos a su Palabra que es la que nos enseña y nos da a conocer a Dios.
En Oración
Gracias Señor por dejar tu Palabra para que podamos conocerte y no tener que inventar maneras, formas, personas o cosas para acercarnos a ti. Gracias porque tu nos amas y nos reconcilias contigo por medio de tu Hijo Jesús.
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