En la Palabra
Lectura: Ezequiel 46-48
Una vez mas el Señor declara las leyes de los sacrificios y establece cómo,
quién, dónde y qué se debe presentar como sacrificio para Dios. Además lleva a
Ezequiel a tener una experiencia interesante al llevarlo de nuevo a la casa
(templo) y veía como de la parte del este corría un arroyo; lo hizo salir por
la puerta del norte y dar la vuelta hacia el este (porque la puerta del este
solo podía entrar el Mesías) y lo hizo entrar en las aguas que le llegaban a
los tobillos, después siguió avanzando hasta que el agua le llegaba a las
rodillas y después a la cintura hasta que no podía seguir porque era un río que
solo se podía pasar a nado. En la rivera del río había una gran cantidad de árboles
que daban fruto continuo y su hoja no caía; ese río llevaba vida por donde corría.
Finalmente, Dios establece los límites de cada tribu de Israel.
En la Práctica
Son muy interesantes las enseñanzas prácticas que podemos tomar en estos
capítulos. En primer lugar todos los detalles de los sacrificios nos hablan de
que Dios es quien pone las reglas. Hay tantas personas que dicen: “yo creo en
Dios a mi manera” esa es la manera en que Caín se acercó a Dios, presentando
una ofrenda a su manera y a Dios no le agradó. El que se quiere acercar a Dios
y tener una relación verdadera con El, lo tiene que hacer de acuerdo a los términos
de Dios. ¿Quieres vivir la vida cristiana a tu manera? Esa no es la vida
cristiana, la vida cristiana se vive a la manera de Dios. Ahora, lo maravilloso
del capítulo 47 es que Dios lleva a Ezequiel a experimentar la vida en el Espíritu
simbolizada por este río. ¿Qué tan llena está tu vida del Espíritu de Dios? El
Espíritu da vida, así como ese río daba vida y fruto en abundancia todo el año.
Nuestra vida cristiana cuando esta llena del Espíritu de Dios puede dar fruto
abundante y en todo tiempo. ¿Cuál es el fruto del Espíritu? Gálatas 5:21-22 “mas
el fruto del Espíritu es: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre
y templanza (control propio). ¿Cómo se muestra este fruto en nuestra vida? Llenémonos
del Espíritu de Dios y demos este fruto que da vida y glorifica a Dios.
En Oración
Padre, que experiencia tan maravillosa es poder vivir saturado, lleno de
tu Espíritu. Tu Palabra nos orden no embriáganos con vino sino ser llenos del
Espíritu Santo. Lléname Señor, te lo pido por Jesucristo, amén.
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