Tuesday, September 18, 2012

Una Vida Llena del Espíritu Santo



En la Palabra
Lectura: Ezequiel 46-48

Una vez mas el Señor declara las leyes de los sacrificios y establece cómo, quién, dónde y qué se debe presentar como sacrificio para Dios. Además lleva a Ezequiel a tener una experiencia interesante al llevarlo de nuevo a la casa (templo) y veía como de la parte del este corría un arroyo; lo hizo salir por la puerta del norte y dar la vuelta hacia el este (porque la puerta del este solo podía entrar el Mesías) y lo hizo entrar en las aguas que le llegaban a los tobillos, después siguió avanzando hasta que el agua le llegaba a las rodillas y después a la cintura hasta que no podía seguir porque era un río que solo se podía pasar a nado. En la rivera del río había una gran cantidad de árboles que daban fruto continuo y su hoja no caía; ese río llevaba vida por donde corría. Finalmente, Dios establece los límites de cada tribu de Israel.

En la Práctica
Son muy interesantes las enseñanzas prácticas que podemos tomar en estos capítulos. En primer lugar todos los detalles de los sacrificios nos hablan de que Dios es quien pone las reglas. Hay tantas personas que dicen: “yo creo en Dios a mi manera” esa es la manera en que Caín se acercó a Dios, presentando una ofrenda a su manera y a Dios no le agradó. El que se quiere acercar a Dios y tener una relación verdadera con El, lo tiene que hacer de acuerdo a los términos de Dios. ¿Quieres vivir la vida cristiana a tu manera? Esa no es la vida cristiana, la vida cristiana se vive a la manera de Dios. Ahora, lo maravilloso del capítulo 47 es que Dios lleva a Ezequiel a experimentar la vida en el Espíritu simbolizada por este río. ¿Qué tan llena está tu vida del Espíritu de Dios? El Espíritu da vida, así como ese río daba vida y fruto en abundancia todo el año. Nuestra vida cristiana cuando esta llena del Espíritu de Dios puede dar fruto abundante y en todo tiempo. ¿Cuál es el fruto del Espíritu? Gálatas 5:21-22 “mas el fruto del Espíritu es: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza (control propio). ¿Cómo se muestra este fruto en nuestra vida? Llenémonos del Espíritu de Dios y demos este fruto que da vida y glorifica a Dios.

En Oración
Padre, que experiencia tan maravillosa es poder vivir saturado, lleno de tu Espíritu. Tu Palabra nos orden no embriáganos con vino sino ser llenos del Espíritu Santo. Lléname Señor, te lo pido por Jesucristo, amén.

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