El Día de Jehová

En la Palabra

Lectura: Ezequiel 28-30

En el capítulo 28 Ezequiel continúa profetizando en contra de Tiro la cual estaba llena de orgullo, pero además habla del rey de Tiro, el cual era perfecto hasta que se halló maldad en el y por ello fue arrojado cuando estaba en el jardín del Eden. Este rey se convertiría en espanto. Ezequiel también profetiza contra Sidón a la cual enviaría pestilencia y mortandad. La siguiente profecía es contra Egipto al cual despojaría de su gloria y quedaría como un desierto. Ezequiel también habla del día de Jehová como un día de castigo de las naciones mencionando a Egipto, Fut, Lud, Etiopia, toda Arabia y Libia.

En la Práctica

Estas profecías, como algunas otras en la Escritura, pueden referirse a un cumplimiento cercano y un cumplimiento pleno en el futuro. Lo cierto es que Egipto fue derrotado por Nabucodonosor en la batalla de Carquemis. Pero ésta profecía habla de un día específico, que lo llama el día de Jehová y se refiere al día del juicio de Dios sobre las naciones incrédulas que han rechazado el amor de Dios mostrado en la cruz del Calvario. Se puede ver en varias escrituras del Antiguo Testamento como Abdías 15, Joel 1:15, 2:31, Isaías 2:11, 13:6, Jeremías 46:10, Amos 5:20, Sofonías 1:77, Malaquías 4:1 y aquí en Ezequiel 13:5 y 30:3. El Nuevo Testamento lo llama el día de la “ira” o “aquel gran día del Dios Todopoderosos” (Apo.16:14). El día del Señor vendrá como ladrón en la noche (2 Tes. 2:2) por lo que los cristianos debemos estar vigilantes y listos para ese momento.

El día del Señor no solo es un día de juicio sino también de salvación para el pueblo de Israel, para el remanente fiel donde Dios cumplirá su promesa que “todo Israel será salvo” (Ro.11:26). El resultado final del día del Señor traerá salvación, justicia y juicio al final de la historia y finalmente castigará la maldad y cumplirá todas sus promesas. ¿Estas listo para ese día?

En Oración

Señor, muchas gracias por revelarnos tus propósito y porque sabemos que aunque hasta ahora vemos injusticia en el mundo, sufrimiento y dolor, es porque tu eres paciente con nosotros esperando que nos arrepintamos para salvarnos, pero llegará el tiempo que mostrarás tu amor y tu justicia. Tu eres el Señor, por Jesucristo, amén.