En la
Palabra
Lectura: Ezequiel 5 – 8
A través del sacerdote Ezequiel, a quien el
Señor llamó como profeta, Dios le da el mensaje al pueblo de Judá de la
magnitud del juicio que viene sobre Jerusalén, porque cambiaron sus decretos y
ordenanzas por impiedad, más que todas las otras naciones. El juicio serviría
para que el pueblo que quedara vivo reconociera que Jehová es Dios.
Una de las descripciones más ilustrativas que
hace el Señor para mostrar lo que había en el pueblo de Israel, es la visión
que le da a Ezequiel en el capítulo 8. El Señor le hace que en el espíritu entrara al templo
donde vio una imagen que era la que provocaba a celos al Señor; además, le hizo
hacer un hoyo en uno de los muros para entrar a una de las habitaciones donde
había imágenes de reptiles y toda clase de animal inmundo y 70 varones de los
líderes que les quemaban incienso. Después le enseñó otra visión donde tres
mujeres invocaban a Tamuz y finalmente una visión más donde 25 varones le daban
la espalda al templo y adoraban al sol.
En la
Práctica
¿Qué haría hoy el Señor para mostrar la
inmundicia de su pueblo? Tal vez nos dejaría ver lo que algunos cristianos,
inclusive líderes y pastores, pasan mirando en el Internet. El tiempo que la
gente gasta sentada frente a la computadora o la televisión. ¿Cómo te habla
este pasaje de la Palabra de Dios a tu vida? Es fácil ver la paja en el ojo del
hermano pero, como dijo el Señor Jesús, miremos primero la viga que tenemos en nuestro
propio ojo. Este pasaje revela claramente lo que muchas veces permitimos que haya
en nuestra vida. Nuestro cuerpo es el Templo del Espíritu Santo (1 Cor. 3:17;
6:19); ¿qué es lo que Dios encontraría en nuestro corazón? ¡Que el Señor nos
ayude a vivir una vida que lleve gloria y no vergüenza a nuestro Señor!
En Oración
Gracias Señor por hablar claramente y porque
en esta visión que le diste al profeta Ezequiel me muestra lo que puede haber
en mi propio corazón. Señor aquellas cosas que no convienen, las entrego en el
Nombre de tu Hijo Jesús, amén.
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