Monday, September 10, 2012

El alma que pecare, esa morirá



En la Palabra
Lectura: Ezequiel 18-20

El Señor manda da una palabra de justicia diciendo que el alma que pecare esa moriría, no se juzgarían los pecados de los padres en los hijos o de los hijos en los padres. Pero también el Señor dice a Ezequiel que si el impío se arrepiente y se aparta de todos sus pecados, todas sus transgresiones no serían más recordadas. Dios no quiere la muerte del impío sino que quiere que viva y se aparte de sus malos caminos (18:23). Pero si el justo se aparta de su justicia, entonces ninguna de sus justicias le serían tomadas en cuenta, y por el pecado que cometió moriría. En el capítulo 19, Ezequiel hace una analogía del rey Sedequías quien fue puesto en lugar de su sobrino Joaquín pero que se rebeló contra el rey de Babilonia. Su sentencia fue que moriría, y así fue (2 Reyes 24-25).

En la Práctica
Ezequiel rebela uno de los principios de la justicia del Señor; “el alma que pecare esa morirá” (Ez. 18:4, 20). La paga del pecado es la muerte (Ro. 6:23), todos estamos bajo sentencia de muerte porque todos hemos pecado. Dios es sabio y como dice el apóstol Pablo, el sometió a todos bajo desobediencia para tener misericordia de todos. La salvación no se puede lograr por medio de tratar de hacer justicia. Aunque intentemos ser justos toda la vida, la Biblia dice que todos pecamos (Ro. 3:23), en ese caso, ninguna justicia se nos tomaría en cuenta, sino que moriríamos en pecado. Lo que Dios pide es que nos convirtamos a El para que vivamos.
¡Que misericordioso es el Señor! Aun cuando no merecemos su favor, El está dispuesto a perdonarnos cuando hay verdadero arrepentimiento y confiamos en Jesucristo para nuestra salvación. Sería bueno leer y memorizar Hechos 4:12; ¿lo conoces?

En Oración
Padre, gracias por tu Salvación. Mi alma te pertenece y has hecho una obra maravillosa, nunca te acordarás de mis pecados y rebeliones. Gracias por tu perdón y la salvación que has provisto para todo aquel que se arrepiente y confía en el sacrificio de tu Hijo, es en su nombre que te agradezco, amén.

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