Tuesday, September 18, 2012

La Gloria de Dios en nuestro Templo



En la Palabra
Lectura: Ezequiel 43-45

Una vez que el nuevo templo está construido, Ezequiel ve en visión cómo la gloria de Jehová entra por la puerta del Este y la gloria de Dios llena el templo. El Señor establece las leyes del Templo, el pueblo debía echar fuera todas sus fornicaciones y avergonzarse de todos sus pecados para poder tomar parte de este nuevo templo. Dios además establece las medidas del altar donde se ofrecerían holocaustos y quienes podían hacerlo. La puerta del Este por donde entra Jehová quedaría cerrada y nadie podría entrar por ella. Ningún incircunciso de corazón puede entrar en el templo, tampoco los levitas (sacerdotes) que sirvieron ídolos porque fueron tropezadero al pueblo (44:12)

En la Práctica
El Nuevo Testamento nos da una enseñanza revolucionaria acerca de la habitación de Dios quien ya no habita en templos hechos por manos humanas (Hechos 7:48, 17:24) sino que ahora por medio de la sangre de Jesucristo ha comprado a todo aquel que cree y por el arrepentimiento y el perdón, ahora Dios, en forma de Espíritu Santo, habita en el cuerpo de cada creyente. ¡Somos el templo de Dios! Mira lo que dice 1 Corintios 3:16-17: “¿No saben que ustedes son el templo de Dios, y que el Espíritu de Dios habita en ustedes? Si alguno destruye el templo de Dios, él mismo será destruido por Dios, porque el tempo de Dios es sagrado, y ustedes son ese templo.” También 1 Corintios 6:19-20: “¿A caso no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, quién está en ustedes y al que han recibido de parte de Dios? Ustedes NO son sus propios dueños; fueron comprados por un precio. Por tanto, honren con su cuerpo a Dios.”
Ahora la gloria de Dios habita en nosotros y El establece las leyes de nuestro cuerpo para que su gloria brille en nosotros. Si alguna vez alguien te ha preguntado si tu religión te prohíbe fumar o tomar bebidas alcohólicas o si tú crees que la religión te prohíbe estas cosas, estás equivocado. Es verdad que las religiones prohíben muchas cosas, pero el cristianismo no es una religión; es una relación viva y significativa con Dios a través de Jesucristo y es por esta relación que ahora sabemos elegir lo que glorifica a Dios. ¿Estás glorificando a Dios en tu cuerpo y en tu espíritu, que son de Dios?

En Oración
Padre, que maravillosa perspectiva me das acerca de porqué y cómo puedo glorificar tu nombre en mi cuerpo. Gracias por este privilegio que me das, ayúdame a ser sabio para darte gloria, en el nombre de Jesús, amén.

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