En la Palabra
Lectura: Ezequiel 43-45
Una vez que el nuevo templo está construido, Ezequiel ve en visión cómo
la gloria de Jehová entra por la puerta del Este y la gloria de Dios llena el
templo. El Señor establece las leyes del Templo, el pueblo debía echar fuera
todas sus fornicaciones y avergonzarse de todos sus pecados para poder tomar
parte de este nuevo templo. Dios además establece las medidas del altar donde
se ofrecerían holocaustos y quienes podían hacerlo. La puerta del Este por
donde entra Jehová quedaría cerrada y nadie podría entrar por ella. Ningún incircunciso
de corazón puede entrar en el templo, tampoco los levitas (sacerdotes) que sirvieron
ídolos porque fueron tropezadero al pueblo (44:12)
En la Práctica
El Nuevo Testamento nos da una enseñanza revolucionaria acerca de la
habitación de Dios quien ya no habita en templos hechos por manos humanas
(Hechos 7:48, 17:24) sino que ahora por medio de la sangre de Jesucristo ha
comprado a todo aquel que cree y por el arrepentimiento y el perdón, ahora
Dios, en forma de Espíritu Santo, habita en el cuerpo de cada creyente. ¡Somos
el templo de Dios! Mira lo que dice 1 Corintios 3:16-17: “¿No saben que ustedes
son el templo de Dios, y que el Espíritu de Dios habita en ustedes? Si alguno
destruye el templo de Dios, él mismo será destruido por Dios, porque el tempo
de Dios es sagrado, y ustedes son ese templo.” También 1 Corintios 6:19-20: “¿A
caso no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, quién está en ustedes
y al que han recibido de parte de Dios? Ustedes NO son sus propios dueños;
fueron comprados por un precio. Por tanto, honren con su cuerpo a Dios.”
Ahora la gloria de Dios habita en nosotros y El establece las leyes de
nuestro cuerpo para que su gloria brille en nosotros. Si alguna vez alguien te
ha preguntado si tu religión te prohíbe fumar o tomar bebidas alcohólicas o si tú
crees que la religión te prohíbe estas cosas, estás equivocado. Es verdad que
las religiones prohíben muchas cosas, pero el cristianismo no es una religión;
es una relación viva y significativa con Dios a través de Jesucristo y es por
esta relación que ahora sabemos elegir lo que glorifica a Dios. ¿Estás
glorificando a Dios en tu cuerpo y en tu espíritu, que son de Dios?
En Oración
Padre, que maravillosa perspectiva me das acerca de porqué y cómo puedo
glorificar tu nombre en mi cuerpo. Gracias por este privilegio que me das, ayúdame
a ser sabio para darte gloria, en el nombre de Jesús, amén.
No comments:
Post a Comment