En la
Palabra
Lectura: 1 Reyes 9, 2 Crónicas 8
Después que Salomón terminó la obra del
Templo y de su palacio, Jehová le apareció por segunda vez a Salomón para
confirmar su pacto con David de que afirmaría el trono de David para siempre.
Sin embargo le advierte también que si él o su descendencia se apartaren de
Dios, entonces; “yo cortaré a Israel de sobre la faz de
la tierra que les he entregado; y esta casa que he santificado a mi nombre, yo
la echaré de delante de mí, e Israel será por proverbio y refrán a todos los
pueblos.”
Para pagar por todo la madera, el
oro y los materiales que el rey Hiram le había suplido para la obra, Salomón le
dio 20 ciudades que no agradaron al rey de Tiro y le se lo reclamó a Salomón. A
estas ciudades el rey de Tiro las llamó Cabul.
En la Práctica
Dios es fiel a su Palabra. A
David le prometió el trono de Israel para siempre. Jesucristo es el Rey que
reina para siempre del linaje de David. A Salomón le advirtió que cortaría a
Israel de la faz e la tierra y desecharía también el templo que había
santificado para que su presencia estuviera ahí. Así sucedió, 400 años después,
el pueblo de Israel se había apartado del Señor y Dios los entregó a los
Babilonios quienes destruyeron el Templo y llevaron cautivo al Pueblo. ¡Que triste
final a un pueblo que fue advertido! La Palabra de Dios nos habla cada día y
nos recuerda de las bendiciones que Dios tiene para cada uno cuando vivimos de
acuerdo a su voluntad pero también de las consecuencias de nuestra
desobediencia. Siempre es más fácil mirar la paja en el ojo del hermano, pero
muy difícil mirar la viga en nuestro propio ojo. ¿Cómo te habla la Palabra de
Dios este día?
Un anécdota curioso. Las 20
ciudades que Salomón pagó al rey Hiram de Tiro y que no le agradaron, las llamó
Cabul, en otras palabras, Salomón cabuleó a Hiram. (Nota: cabulear es una
expresión coloquial en México para decir engañar) ¿De aquí surgiría la
expresión?
En Oración
Señor eres fiel a tu Palabra y la
has cumplido tal y como la anunciaste. Dame sabiduría para examina mi caminar
con tigo y ver aquellas cosas que no me permiten que derrames tu bendición en
mi vida. Por Jesucristo, amén.
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