En la Palabra
Lectura: 2 Crónicas 6-7;
Salmo 136
Una vez que el templo está
terminado, Salomón construye una plataforma en el centro del atrio del Templo y
hace una oración maravillosa de alabanza a Dios. Los sacerdotes hacían los
sacrificios y subía un aroma grato delante de Dios. Los levitas tocaban sus
instrumentos y cantaban a Dios alabanzas como el Salmo 136. “Alabad al Dios de
los cielos porque para siempre es su misericordia.” En medio de toda esta
escena de adoración, Salomón se arrodilla delante de todo el pueblo y dice “14 Jehová Dios de Israel, no hay Dios
semejante a ti en el cielo ni en la tierra, que guardas el pacto y la
misericordia con tus siervos que caminan delante de ti de todo su corazón…”
(6:14) Además de esta oración de adoración, Salomón le pide al Señor que no
falte un varón que se siente en el trono de Israel. Cuando Salomón terminó de
orar, descendió fuego del cielo y consumió los holocaustos y la gloria de
Jehová llenó la casa de tal manera que los sacerdotes no podían entrar a la
casa porque la gloria del Señor llenó la casa. Todo el pueblo de Israel se
postró para adorar a Dios. El Señor contesta a Salomón y le dice que ha
escuchado su oración y le dice: “si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi
nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus
malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y
sanaré su tierra.”
En la
Práctica
Este pasaje nos da una enseñanza maravillosa
de la adoración, la oración y la confianza para buscar a Dios. En primer lugar
Salomón adora a Dios en el templo que construyó para habitación de Dios. En el
Nuevo Testamento la Biblia nos enseña que Dios no habita en templos hechos de
manos humanas (Hechos 17) sino que habita ahora en nuestros cuerpos (1 Co.
3:16-17, 6:18-20). Ahora, todo cristiano puede edificar un altar de adoración a
Dios en el templo del Espíritu Santo que es nuestro cuerpo para adorar al Señor.
¿Cómo esta tu altar de adoración a Dios en tu vida? El Señor nos habla este día
para construir un altar de adoración y alabanza. El quiere llenar tu vida de su
gloria. Puedes experimentar esta bendición al orar y alabar al Señor con cantos
que salgan de tu corazón, cantos de agradecimiento, cantos de adoración, cantos
de confesión.
Si este día te sientes alejado de Dios,
desanimado, siente que tu vida no da fruto; ¿por qué no venir a Dios y
humillarte, orar a El, buscar su rostro y cambiar los malos caminos? La promesa de Dios es asombrosa: “el Señor
oirá desde los cielos, perdonará tus pecados y sanara tu vida.”
En Oración
Te alabo Señor porque tu misericordia es para
siempre, porque tu hace maravillas, porque tu me escuchas desde los cielos
cuando me humillo y me presento delante de ti. Señor, sana mi vida…por Jesucristo,
amén.
No comments:
Post a Comment