En la
Palabra
Lectura: 1 Reyes 5-6; 2 Crónicas 2-3
Salomón determinó construir la casa de Jehová.
El lugar que eligió fue el monte Moriah (¿el mismo donde Abraham iba a
sacrificar a Isaac, Gn. 22:2?) el
que David compró para ofrecer sacrificios a Dios. Salomón le pidió al rey de
Tiro que le enviara la madera porque nadie tallaba la madera como los sidonios.
Además que le enviara un hombre que supiera trabajar el oro, la plata, bronce,
púrpura y carmesí, es decir un artesano. Hiram y Salomón hicieron un acuerdo y
para que Hiram enviara la madera y para Salomón le daría el pago. Salomón
organizó la construcción del templo enviando 30 mil cortadores de madera a los
que enviaba 10 mil por mes además de tener 70 mil cargadores y 80 canteros
además de 3,300 capataces que dirigían la obra.
El escritor de Reyes da la fecha en que se
comenzó a construir la cas de Jehová (480 en el mes segundo –Zif-). Igualmente
detalla los materiales que usaron, las medidas de las habitaciones, de los
querubines en fin, una obra maravillosa. El Señor le apareció a Salomón una vez
mas y le dijo que si guardaba los mandamientos del Señor, él cumpliría la
promesa que le hizo a David y habitaría con el pueblo de Israel. La obra se
tardo 7 años en hacer.
En la
Práctica
Salomón tenía una obra grandísima para hacer
delante de él. David lo había fortalecido diciéndole: “anímate, esfuérzate y
pon manos a la obra.” Este pasaje dice que el rey de Tiro
reconoció que Jehová le había dado sabiduría a Salomón para la obra y para gobernar
al pueblo de Israel. ¿Cuál es la obra que Dios te ha encomendado? ¿Cómo la vas
a hacer? Salomón organizó a los
trabajadores y todos hicieron una obra gloriosa, digna del Señor en siete años.
Es clásica la pregunta: “ ¿cómo te comes un elefante? La respuesta es: “un
pedazo a la vez.” Cuando tengas una gran obra delante de ti, pide al Señor
sabiduría, organiza, planea y llévala a cabo. Estos son principios de administración
que practicó Salomón. Anímate, esfuérzate y pon manos a la obra…
En Oración
Señor dame sabiduría para hacer la obra que
me has encomendado. Necesito planear y organizar para llevarla a cabo y
glorificar así tu nombre, por Jesucristo, amén.
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