En la
Palabra
Lectura: Proverbios 30-31
Proverbios 30 dice haber sido escrito por
Agur. No se sabe con certidumbre quien era Agur o su padre Jaqué. Algunos
piensan que era un hombre sabio y piadoso que vivió durante o un poco después
del tiempo de Salomón. Este hombre habla de la importancia la Palabra de Dios;
“Toda palabra de Dios es limpia;…No añadas a sus palabras, para que no te
reprenda, y seas hallado mentiroso” (30:5-6). También del balance sano de la
riqueza y medita en las actitudes de las generaciones.
Proverbios 31 es el consejo de una madre a su
hijo Lemuel. Los estudiosos piensan que esta mujer es Bestabé dando consejo a
Salomón. Lemuel es el nombre “de cariño” con el que se refería a Samuel. Este
proverbio habla del valor de la mujer piadosa. Tiene una enseñanza maravillosa
que muestra el valor que Dios quiere que le demos a la mujer y las capacidades
administrativas, económicas, productivas, diplomáticas que Dios ha dado a la
mujer.
En la
Práctica
Esta semana en las noticias se divulgó un video
que se publicó en Youtube de cómo un grupo de adolescentes abuso verbalmente de
una anciana que monitoreaba el comportamiento de los jovencitos en el autobús. (http://www.youtube.com/watch?v=E12R9fMMtos)
Es increíble las cosas que le dicen, la insultan repetidamente, la llaman
gorda, le dicen que no los toque porque los va a llenar de grasa, le dicen
vieja, se burlan de ella y la anciana solo llora mientras estos jóvenes se
burlan de sus lagrimas. ¿Quién educa a nuestros hijos?
11
Hay generación que maldice a su padre
Y a
su madre no bendice.
12
Hay generación limpia en su propia opinión,
Si
bien no se ha limpiado de su inmundicia.
13
Hay generación cuyos ojos son altivos
Y
cuyos párpados están levantados en alto.
14
Hay generación cuyos dientes son espadas, y sus muelas cuchillos,
Para
devorar a los pobres de la tierra, y a los menesterosos de entre los hombres.
15
La sanguijuela tiene dos hijas que dicen: ¡Dame! ¡dame!
Recordemos que los hijos son bendición de
Jehová, pero los hijos han de ser instruidos en los caminos del Señor. Asegúrate
que tus hijo no son de estos que maldicen a su padre no bendicen a su madre, en otras palabras son desobedientes.
Asegúrate que tus hijos no están llenos de inmundicia y altivez en sus ojos, es
decir que son malcriados y engreídos. Asegúrate que tus hijos no tienen dientes
como espadas y muelas como cuchillos, es decir que no usan su boca para
insultar a ala gente. Finalmente asegúrate que como padres no estas criando
sanguijuelas que solo piden y no se sacian.
En Oración
Señor, como padre necesito sabiduría para
criar a mis hijos en la disciplina y la amonestación del Señor. Aunque hoy mis
hijos son adultos, sigo pidiendo que sea un ejemplo, una influencia piadosa y
que siempre este en mi boca un sabio consejo para ellos. Te agradezco por mis
hijos y mi nieto, en Jesucristo, amén.
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