En la
Palabra
Lectura: Proverbios 22-24
Hace algunos años atrás (2006) salió a la
venta un libro que se hizo muy famoso y la gente lo compraba queriendo obtener
los beneficios que ofrecía. Rhonda Byrne
escribió El Secreto el cual
está basado en la ley de la atracción, es decir, los pensamientos positivos van
a traer las cosas buenas como salud, prosperidad, felicidad, étc. (Es increíble
que algunas pseudo-doctrinas cristianas enseñan algo parecido). Salomón no
comparte un secreto sino un principio de vida. El temor de Jehová es el
principio de la sabiduría. El libro de proverbios es como un padre dando
consejo a sus hijos. En muchos de los proverbios, Salomón habla de la
disciplina y la instrucción a los hijos. Si amas a tu hijo, lo vas a instruir
en el camino del Señor. No solo son pensamientos positivos, sino instrucción,
corrección y disciplina en un marco de amor. Así es el trato de nuestro Padre
amoroso para cada uno de nosotros.
En la
Práctica
El consejo de Dios para los padres es:
“instruye al niño en su camino y aún cuando fuere viejo no se apartará de él”
(22:6). Dios manda a los padres la enseñanza de los principios de Dios a
nuestros hijos y esto es muy claro en Deuteronomio 6. Nadie más podrá tener
mayor influencia en tus hijos que tu. La instrucción se hace en todo tiempo, en
todo lugar, se recuerda constantemente y lo principal se modela. Hay varios
estudios que nos hablan de la influencia de los padres sobre los hijos, de
hecho que más influye en el desarrollo espiritual de un hijo es el padre. El
20% de los hijos que su mamá los lleva a la iglesia, siguen yendo a la iglesia
de adultos. El 80% de los hijos que su papá los lleva a la iglesia siguen yendo
a la iglesia de adultos. Si eres padre, no relegues tu responsabilidad a tu
esposa. Dios te ha puesto como cabeza de tu hogar y como responsable espiritual
de tu hogar. Ama a tu esposa, ama a tus hijos. Cuando nuestros hijos entran en
la edad de la adolescencia se cumple lo que dice proverbios 22:15; “la necedad
está ligada al corazón del muchacho; mas la vara de la corrección la alejará de
él.” La vara puede referirse al castigo físico, pero hay principios para
aplicar el castigo físico. Recuerda, el objetivo es corregir, es decir guiar
por el camino correcto. Muchas veces los padres disciplinamos porque los hijos
nos colmaron la paciencia y en lugar de corregir desquitamos nuestro enojo (no
los corregimos, los intimidamos), en lugar de corregir nos vengamos del mal
momento que nos hacen pasar. Nunca le pegues a tu hijo cuando estas enojado,
primero cálmate y recuerda que tu función es corregir. Ya que estés tranquilo,
habla con tu hijo y enséñale por qué lo que hizo merece disciplina, dile que lo
amas y disciplínalo, después abrázalo y ora con el/ella.
Esto es a lo que se refiere Salomón en
Proverbios 23:12-15
12 Aplica tu corazón a la enseñanza,
Y tus oídos a las palabras de sabiduría.
13 No rehúses corregir al muchacho;
Porque si lo castigas con vara, no morirá.
14 Lo castigarás con vara,
Y librarás su alma del Seol.
15 Hijo mío, si tu corazón fuere sabio,
También a mí se me alegrará el corazón;
En Oración
Gracias Padre por tus consejos sabios y
porque tu los has aplicado para mi como hijo tuyo. Dame sabiduría para seguir
tus consejos y ser un buen padre para mis hijos; que pueda instruirlos,
corregirlos y disciplinarlos para que anden en tus caminos. Lo pido en el
Nombre de Jesús, amén.
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